14 DE OCTUBRE DE 2009
Dominion Seaside: AMBASSADOR
Con cuentagotas empiezan a llegarnos las nuevas cartas para DOMINION: SEASIDE. Y la primera carta revelada es…
Revela una carta de tu mano. Devuelve hasta dos copias de esa carta desde tu mano al Suministro. Entonces cada oponente gana una copia de esa carta.
A ver… sí y no. Me gusta mucho y me horroriza. Es lo que tienen los dichosos ataques, que son divertidísimos de la muerte… hasta que se vuelven contra ti. Una de las partidas que más me he reído fue una vez en que compré Black Market y con ella me hinché a comprar cartas de ataque que sólo yo podía comprar (recordemos que con el Black Market puedes comprar cartas de un mazo especial formado por cartas que no están en el Suministro. En tal mazo sólo puede haber una copia de cada carta). Total, que yo compraba Sabeteur, Torturer, Bruja y demás canalladas… y mis compañeros no podían comprarlas, con lo que me inflé a repartir candela. Malaje que es uno.
Peeeero… cuando te ves en el otro lado del espejo, recibiendo ostias hasta en el pasaporte, pues oiga, tanta risa no da.
Y eso es lo que temo que pase con Ambassador. La carta es una chulada: te quitas morralla de la mano (adiós cobres, fincas… ¡maldiciones!) y de paso metes arena en el depósito de gasolina de tus oponentes. Sería precioso… si no te lo pudiesen hacer a ti. Por lo tanto, esta es una buena carta, salvo que tus oponentes también la usen, pues por más que te quites roña ellos te la devolverán, y bien podríamos estar toda la partida intercambiando basura.
Ahora, si sólo tú coges la carta (¡ay, mi amado Black Market!), Ambassador es la caña.