Una de las cosas más chulas del Claustrophobia es el hecho de que sea un juego asimétrico, lo que hace que jugar con Humanos o Demonios sea totalmente diferente. Por otro lado, enseñar a jugar es muy fácil, y no se tarda prácticamente nada. Las partidas no duran demasiado, y la acción empieza muy pronto. Además el tocho de losetas que hay hace que las partidas sean muy diferentes, jugando el mismo escenario. He jugado unas cuantas veces el primer escenario, y en una partida los humanos consiguieron salir bastante tranquilamente, pero en otra, no hacían más que encontrar túneles sin salida y tener que volver a desandar sus pasos... Esa tensión antes de poner una nueva loseta es genial. Los Trogloditas, aunque sean todos iguales, tienen un montón de posibilidades, la tabla del destino me encanta, un turno tienes a los trogloditas corriendo a toda velocidad, otra dando el doble de leches, y encima puedes ir "comprando cartas" para destrozar más a los humanos.