Cambian tan pocas cosas que prácticamente, a parte del aspecto visual, son el mismo juego. Sería una tontería tener los dos. La gracia de Rex, a parte de un diseño artístico más cuidado es que dura menos, han cambiado alguna cosilla que chirriaba en el anterior (las cartas que no servían para nada, la complicación extra de usar especia en los combates, que no añadía gran cosa y era un poco farragoso...). Lo malo del Rex, es que la temática de Dune tiene más seguidores y hubiera estado muy bien que hubieran conseguido la licencia. Si te gustan ambas mecánicas y quieres ahorrarte la faena de hacértelo tu mismo, cómprate el Rex.