Para mi lo más complicado, y además con diferencia, es escribir el reglamento de juego.
También escribí hace tiempo en mi blog Diario de WKR, al respecto:
En muchas veces he comentado (e incluso escuchado de boca de más de uno) que
lo más complicado a la hora de elaborar un juego de mesa es redactar su manual de reglas (o reglamento). La mayoría de personas no es consciente de la
enorme dificultad que supone tener que explicar en unas pocas páginas de información condensada un juego completo, sin que haya ninguna fisura ni de lugar a posibles dudas, y que una vez leído y entendido sirva para jugar a tu juego tal y como tu has pensado que se debe jugar; esto parece una perogrullada, pero créeme que hay muchas veces que la gente juega erróneamente a los juegos, simple y llanamente, porque ha malinterpretado las reglas. Y eso no es lo que queremos, ¿verdad?.
Yo puedo idear el mejor de los juegos, y tenerlo todo a buen recaudo en las celdas de memoria de mi cerebro.
El problema radica a la hora de escribir (pasar a un documento de texto) esas ideas. Yo sé jugar a mi juego perfectamente, ¿pero seré capaz de explicarlo de manera que cualquier persona sepa jugarlo tal y como yo lo he ideado?
Yo sigo siendo un humilde aprendiz en estas tesituras (la verdad que es lo que peor se me da), pero si que puedo decir que noto una gran mejoría en la redacción de mis reglamentos; así que supongo que este tipo de cosas se mejora con la práctica (como el sexo). Ahora, a la hora de escribir un reglamento voy más al grano, me voy menos por los cerros de Úbeda e intento contemplar todos los casos que pueden aparecer en el mecanismo del juego. Así que voy a dar
unas pautas que ayuden a los creadores de juegos nóveles a organizar sus ideas hasta poder escribir el manual de reglas definitivo de su juego.
PASOS PARA ESCRIBIR UN REGLAMENTO DE UN JUEGO DE MESA:1. Tener ganas de escribirloEs el primer y fundamental paso, a mi con frecuencia me pasa que
me da bastante pereza ponerme delante de un ordenador a escribir en el procesador de texto unas líneas que expliquen mi juego. Sé que en algún momento hay que hacerlo, pero intento que cuando me ponga al tajo
no sea algo forzado ni que me sienta obligado a hacerlo. Con frecuencia me pasa que
hay momentos en que la inspiración llega (generalmente cuando uno menos lo espera) por ejemplo, tras el visionado de una película, la lectura de un comic o tras escuchar un disco de música. No sé muy bien porqué pero en ocasiones me dan ganas de terminar eso que me queda pendiente (son como
impulsos) y cuando me pongo las palabras fluyen sorprendentemente con una facilidad pasmosa al registrar y ordenar mis ideas en un reglamento tangible.
2. La eyaculación Un segundo paso ligado con fuerza al primero.
Cuando te pones a escribir un manual de reglas lo que en realidad estás haciendo es
ordenar de alguna manera muchas mecánicas y pensamientos que están en su cabeza y que no puedes mantenerlos por mucho más tiempo en su hibernación cerebral; además corres el peligro de que puedan borrarse. Así que, sea como sea,
llega un momento (que yo llamo “eyaculación”)
en el que todas esas ideas tienes que expulsarlas, y lo que hacemos, con mayor o menor fortuna, es que
mediante un proceso de raciocinio escogemos las palabras que mejor expresan y organizan nuestras ideas.
3. Tener un juego terminado sobre el que escribir Esto es muy importante, ya que si todavía no tienes
un juego terminado, de poco sirve escribir un completo manual de reglas, si vas a estar cambiándolas, día sí y día también. Yo lo que hago es intentar
escribir un primer borrador de reglamento y variar mínimas cosas sobre él, marcando en otro color o subrayando aquellos puntos críticos de las reglas que quiero probar más a conciencia en las
pruebas de juego (playtestings). Si no tienes algo tangible, con casi toda seguridad, no será muy útil el esfuerzo y una pérdida de tiempo (tanto para ti como para quienes lo prueben); y eso en muchas ocasiones es frustrante.
4. Escribir no tiene método, tiene estilo Si bien
las instrucciones de escritura de un manual, sea del tipo que sea, tratan de definir un método, en este punto tratar de delimitar algo no es práctico, por eso se da una visión general.
Llegados a este punto, debes considerar que hay
personas extremadamente virtuosas para las cuales el escribir un manual de reglas tienen todo claro, saben cómo afrontarlo y cuando quieren escribir algo con lógica simplemente lo hacen, para ellos las palabras fluyen mágicamente con orden y claridad; en el otro extremo están aquellas personas que para hacer un reglamento que consideren práctico (y que se ajusta a la realidad) necesitan definir todo primero, una vez
rellenan un índice (que es su primer requisito) comienzan a escribir. Yo soy de este segundo grupo, así que os puedo decir que yo siempre intento enumerar un hipotético índice, y sobre él voy rellenando cada apartado, ciñéndome a mi juego.
Esos dos casos son los extremos, lo más probable es tú te encuentres en algún lugar en el medio (si fueras un virtuoso o sino tuvieras ni idea de cómo escribir un reglamento de juego con casi toda seguridad no estarías leyendo estas instrucciones), por tanto lo que sugiero es revisar tu estilo de escritura (compara tu manual con alguno de algún juego publicado con relativo éxito) y puede que sea buena idea
reforzarse sobre un extremo o tomar algo del extremo opuesto (dar por hecho, por ejemplo, que eres del grupo de los torpes).
5. Elaboración final Este paso es donde escribes la
totalidad del reglamento. Tómatelo con calma, es un proceso lento. Considero que un buen reglamento (o al menos uno hipotéticamente válido) debe contener como mínimo (1) una
breve introducción donde se presenta el juego, tiene que ser lo suficientemente atrayente para que un potencial jugador quiera seguir leyendo el reglamento, en pocas palabras, debe atrapar al jugador y hacerle ver que el juego merece la pena como mínimo probarlo, (2)
una idea o exposición general de lo que trata el juego presentados en sus líneas esenciales que debe incluir como se juega a grandes rasgos, como finaliza la partida y como se gana, (3) un
listado de los componentes, (4) el
desarrollo del juego, donde se explica cómo se juega, como se toman los turnos, quien empieza y en definitiva la mecánica de juego; para terminar con las (5)
condiciones de fin de partida y (6)
vencedores. Si ya quieres rizar el rizo puedes incluir (7) unas
variantes de juego y (
algunas
estrategias de juego; tus potenciales jugadores te lo agradecerán.
Un reglamento de juego debe redactarse de forma objetiva y con un lenguaje claro, conciso, sencillo y correcto, tanto en el léxico como en la sintaxis, con el fin de no añadir dificultades añadidas a la comprensión del texto. Lo ideal es
escribir frases cortas y que describan algo sin dobles sentidos o que den lugar a malinterpretaciones. Por suerte, el español es un lenguaje que tiene infinidad de sinónimos, así que es bastante probable que tengas uno que explique a la perfección lo que quieres dar a entender. También, es especialmente importante no dejarse llevar por florituras literarias y recordar en todo momento la finalidad del texto que se elabora:
"se trata de un manual no de una novela".
Otra cosa muy importante y a tener muy en cuenta es añadir
diagramas y ejemplos que ayuden a su comprensión. Cuanto más mascado des todo, mucho mejor.
6. Revisión del texto Antes de comenzar este paso debes tener una propuesta o borrador de lo que debe contener el reglamento; en este momento lo más aconsejable es que alguien imparcial, a ser posible con quien tengas confianza, y muy importante,
que no haya participado en las pruebas de juego (y por tanto no conozca cómo se juega a tu juego)
revise tu texto.
Recibe con humildad los consejos bien intencionados que su revisor te da, e intenta corregir cada punto donde haya surgido alguna duda o se haya malinterpretado una regla; en definitiva, utiliza esa crítica constructiva como una
lista de mejoras. Revisa de nuevo el texto, corrige los puntos conflictivos y vuelve a revisar el texto, y así sucesivamente, hasta que llegues a un punto de no retorno.
7. Prueba de fuegoSi sobreviviste a todos estos pasos (que a muchos nos quita en ocasiones el sueño) queda lo más fácil o como mínimo divertido,
jugarlo con un nuevo grupo. La idea principal o el objetivo a conseguir es que
proporcionándoles un prototipo de tu juego completo (reglamento y componentes) sean capaces tras la lectura de su manual de reglas de jugar por sí solos. Toma buena nota de aquellas dudas o malinterpretaciones que surjan para corregirlas, poco a poco, hasta dar con un reglamento definitivo, estable, robusto y que describa a la perfección como se juega a tu juego. Si lo conseguiste, enhorabuena, ya te has convertido oficialmente en un creador de juegos.
Ahora solo te queda lo más complicado: intentar publicarlo de alguna manera para llegar al máximo número de público. Si tus aspiraciones no pasan por intentar ganar dinero con él (a través de una editorial), puedes probar a hacerlo mediante un print-and-play y esperar a recibir el feedback de las personas que acaben jugándolo. No hay nada más gratificante que recibir mensajes de ánimo, felicitaciones o incluso dudas (que faciliten un posible faq) de un juego creado por uno mismo. Créeme.
Dedicado a todos aquellos creadores de juegos que no han podido presentarse este año al Cuarto Concurso Ciutat de Granollers de creación de juegos por no haber sido capaces de terminar de escribir su reglamento de juego. Espero que el año que viene, con esta exposición, os resulte mucho más fácil. Que no decaiga el ánimo.
[fuente:
http://www.labsk.net/wkr/archives/6272/]
Espero que ambas cosas te sirvan.