Me ha encantado esta variante!! En la próxima reunión con amigos lo saco a ver qué tal!!
Jugando a cuatro, hay dos bandos. Uno de ellos es el que roba cartas y decide cuál se va a a jugar cada turno, y el otro decide cómo jugarla, si ver el resto de cartas de la mano de su compañero y sin poder comunicarse con él.
Da una sensación muy chula de que, por un lado, está el mando dando órdenes desde el cuartel general y luego el mando de campo tiene que cumplir esas órdenes lo mejor que pueda y bajo la presión del combate.