No son materiales, pero te aconsejo encarecidamente Chinatown. No es fácil de encontrar, pero de vez en cuando sale alguno por el mercadillo (yo compré el mío por 20 pavos). Negociación pura y dura, pero sin malos rollos. Yo lo juego con mis hijos. El juego te empuja literalmente a trapichear. El tortugueo no es una opción. Hasta el más tímido de la mesa se pondrá a dar voces.
Y si le añades un cronómetro, imprescindible creo yo, el juego se convierte en una fiesta.
En casa hemos probado Bonhanza, Catan de Cartas y Colosseum. Chinatown nos gusta más a todos.