Creo que hay 2 grupos.- Juegos que ya no se juegan porque están 'superados', con mecánicas no tan atrayentes o novedosas, y que encima han visto cómo han llegado a la ludoteca nuevas adquisiciones, que aunque comparten similitudes, son más ágiles, atractivos o simplemente cuentan con el favor del grupo de juego. Esos, lo ideal es no andar con contemplaciones y si están bien cuidados, mandarlos al Mercadillo a que otro besekero le de una nueva vida.- Juegos que nunca encuentras el momento de sacarlos a mesa. Por duración, complejidad, intensidad de la partida, número de jugadores, necesidad de dejarlo "montado" para poder terminarlo en otra sesión, etc. Estos no sólo no los sacas de tu ludoteca sino que de hecho 'sufres' por ellos, porque te recuerdan momentos memorables que no sabes cuándo recuperarás.