b) ¿Cuál era el coste de un submarino de la época (construcción+equipamiento+entrenamiento de la tripulación) comparado con un mercantes estandar? o dicho de otro modo ¿Cuántos mercantes tenía que hundir un submarino para ser rentable?
Veamos, un u-boote del tipo VII desplazaba 750 tm y uno del tipo IX unas 950
si mal no recuerdo, con un poco más para los del tipo IX modificado
U-Kreizer que podían navegar hasta el Japón. Un mercante normalito
desplazaba de 1000 a 4000 tm, y los había de 10000 tm o más. Y algunos de
los buques de pasajeros podían desplazar hasta 20000 tm. Con lo que el coste
en horas-hombre de fabricar uno y otro pues es fácil de imaginar. Otra cosa
era entrenar las tripulaciones, que necesitaban un año para entrenarse y
familiarizarse a conciencia con su buque. Los ingenieros de a bordo incluso
iban al astillero para ver el proceso de construcción del barco y hablar con
los técnicos que lo construían para conocer palmo a palmo su futuro barco.
De hecho Donitz no dispuso de la cantidad de u-boote y tripulaciones que
estimaba necesaria para bloquear a Inglaterra hasta la primavera de 1943,
justo cuando los aliados ganaron la carrera tecnológica (el llamado
"Trafalgar der U-boote", en Mayo del 43 las pérdidas de submarinos por
primera vez superaron a los nuevos buques entrando en servicio) pese a que
disponía de los buques necesarios desde hacía casi un año entrenándose en el
Báltico. Los alemanes ponían gran énfasis en entrenar una tripulación a
conciencia antes de enviarla al mar, pero a medida que pasaba la guerra las
pérdidas y la necesidad de más y más buques comenzó a diluir algo la calidad
de las tripulaciones, como se vería la primavera decisiva del 43. Al igual
que la guerra aérea, el arma submarina requería de escaso personal humano,
si bien las posibilidades de supervivencia eran de menos del 50%. De 40000
submarinistas alemanes menos de 20000 sobrevivieron a la guerra. De los
comandantes de la primera fase de la guerra sólo sobrevivieron aquellos que
fueron retirados a puestos administrativos por méritos de guerra (como Topp,
que llegaría a tener un cargo importante en la Bundesmarine y en la OTAN
(con aquella frase tan recurrente del "no, yo nunca fui nazi, como se le
ocurre decir algo así") o fueron capturados (caso de Kretschmer.) El resto
fue cayendo uno tras otro.