Por aclarar solo el punto 1.
Cuando decides las acciones y pujas lo haces a la vez. Coges tus cartas de provincias y pujas y las vas colocando sobre el tablero de jugador en los huecos existentes a tu gusto y boca abajo.
Como solo tienes que jugar una carta en total para pujar, pues las cartas de baules que no utilices en la puja las puedes aprovechar para tapar huecos de acciones que no deseas o no puedes hacer este turno. Así consigues que todos los huecos queden cubiertos y evitas dar pistas a los rivales sobre las acciones que no vas a llevar a cabo a la hora de resolverlas.
Cuando la partida avanza y el número de tus cartas de provincia se reduce hasta incluso no poder conseguir tapar los huecos aún recurriendo a las cartas de puja sobrantes, pues entonces por fuerza debes dejar huecos libres en el tablero.
No te comas la cabeza con esa última duda acerca de si es obligatorio o no poner una carta en el espacio de puja (cosa que yo ahora no sé decir con seguridad). Pero no conozco todavía ni un solo caso de alguien que deje ese hueco vacío en alguna ronda. Simplemente es hasta estúpido dar la información a tus rivales de que no vas a pujar de base. Es muy contraproducente.
Así que incluso andando escaso de cartas, el hueco de puja debe cubrirse con lo que quieras, pero no dejarlo vacío. Dejar vacío el hueco de los tres edificios o las recaudaciones es inofensivo en comparación con dejar vacío el hueco de la puja o el de los ataques A y B.
Este tipo de cosas se ven mucho mejor con el juego montado y jugando. A veces la lectura de reglas no consigue transmitir el concepto ni la dinámica intrínseca.