Llevo 6 años viviendo fuera de España y jugando con personas de distintas nacionalidades y os puedo decir que lo de jugar mal e interpretar mal las reglas es algo universal.
Siempre hay quien aprovecha la más mínima oportunidad para atacar sin esforzarse. Y no solo eso, sino tener que aguantar gracietas y comentarios que provocan la risa fácil y desconcentran la explicación inicial. Y lo de mirar el móvil durante la partida no hablemos. En cambio, hay quien se implica repartiendo cartas, moviendo fichas de jugadores más alejados por su posición física, ayudando a recoger, preguntando hasta entender el desarrollo de cada ronda, etc. Yo no le he pedido a nadie jamás que se introduzca en el mundillo a efectos de comprar juegos, estar al día, etc. Yo lo único que deseo es que me reconozcan que han vivido un par de horas diferentes y que han sido positivas. Precisamente por este motivo no soy comprador de demasiada cantidad de juegos ni tampoco aquellos con complejidad/profundidad demasiado alta.
Es imposible dominar la mayoría de juegos sin, al menos, 10 partidas, y es imposible jugar 10 partidas a todos si los acumulas de forma casi obsesiva. Y si encima tienes más aficiones, ya ni te cuento. Ah, y encima yo, manía que tengo, no juego cuando hace calor, así que durante varios meses ningún juego sale a la mesa. Así es imposible dominarlos todos. Lo mejor es tener más bien pocos juegos, disfrutarlos y sacarlos a mesa lo suficiente para conocerlos bien, pero tampoco demasiado para no quemarlos.