Por eso los clientes de Swiss Air viajan tranquilos, pese a la proliferación de compañías de bajo costo.
Cita de: Schroinger en 15 de Marzo de 2007, 08:38:20 Por eso los clientes de Swiss Air viajan tranquilos, pese a la proliferación de compañías de bajo costo.Err... Swiss Air quebró a finales del 2001...
(dios mío, me estoy convirtiendo en Michael Barnes!!!).
La verdad es que estoy completamente de acuerdo con Schroinger. Su post me parece muy acertado (como suele suceder con sus posts), y no es cuestión de opinión.
donde hay dos habrá tres opiniones
La única forma válida de tomar decisiones que no resuelve la técnica entre personas iguales y libres es la democrática. Traducido en términos económicos, las decisiones sobre qué se produce y para quién se produce deben ser resueltas por los interesados, sea por productores y consumidores, a través del mecanismo que se denomina mercado.En una economía de mercado, cualquier demanda que tenga sustento económico es satisfecha proporcionalmente al número de demandantes. No hay que temer entonces porque se produzcan muchos juegos de un tipo, porque mientras la producción de otro género se manifieste también como una demanda con contenido económico habrá siempre alguien dispuesto a proporcionar el producto. Por eso los clientes de Swiss Air viajan tranquilos, pese a la proliferación de compañías de bajo costo.Pensar que un producto extremadamente rentable pueda desplazar a otros es irreal. Probablemente en ese caso todos seríamos proveedores de armas del ejército de EEUU, o petroleros. Cuando hay exceso de oferta de un producto, simplemente el precio baja y quienes no pueden competir con el precio reducido tienen que buscar otra actividad económica. En el terreno de los juegos de mesa que se señalan, esa saturación simplemente está lejos de ser conseguida en España. Todo lo contrario, parece ser un mercado en expansión.Y como mercado en expansión, yo siendo empresario invertiría allí, sin lugar a dudas, sin que esta decisión influyese para que otros (o incluso yo mismo) decidieran satisfacer otras demandas con contenido económico que se manifiesten, como la de otros géneros de juegos de mesa, en la proporción que esa demanda exige (que por lo demás también parece ser un mercado en expansión).En una economía dirigida estas determinaciones las toman una minoría por otros. Es propia de sistemas totalitarios y supone creerse en una superioridad con respecto a los demás para poder decidir qué y para quién se produce. El vulgo se considera no está en capacidad de conocer la verdad, no sabe en realidad qué le conviene, y toma siempre decisiones erradas. Por ello, algunos "visionarios" que sí han tenido la revelación de la realidad se creen en la capacidad de decidir sobre estas cuestiones.Como diría Karl Popper, todo es culpa de Platón, por suponer la idea de la existencia de una verdad absoluta y, por ello, de alguien en capacidad para revelarla. Desgraciadamente, como donde hay dos habrá tres opiniones, el criterio para determinar cuál revelación es correcta es la simple imposición.