Lo primero de todo mi más sincero agradecimiento a quienes os habéis pegado el curro de organizar esto y de procurar en todo momento que las cosas salieran bien y a gusto de los asistentes. También un abrazo para la gente que ha estado en las jornadas, especialmente a quienes hayan compartido alguna partida conmigo. La verdad es que ha sido todo muy fácil y muy cómodo, es la primera vez que iba, sin conocer prácticamente a nadie, y en ningún momento me he visto descolgado ni fuera de lugar, así que genial todo.

Dicho eso, toca hablar de las cosas a las que jugué en estas convivencias lúdico-gastronómicas (porque otra cosa no, pero picoteo había como para acabar con el hambre en África).

El viernes inauguré la tarde con un par de partidas a Blood on the clock tower, el juego de roles ocultos más popular de la actualidad, y lo que más se jugó con diferencia en todo el evento. Después de cenar me pusieron el culo del revés en una partida de Caylus, aunque posteriormente me vengué, ganando en el Fliptown.

El viernes por la mañana me quedo a un puntito del ganado en Path of Civilization, y bastante más lejos de la victoria en Valkirias. Por la tarde derrota en Break the code y aplastante victoria en La guerra del anillo, tras jugar la más exótica de cuantas partidas he jugado a este juego. Victoria militar con los elfos tomando Moria y un ejército de enanos, comandados por Gimli, conquistando Barad-Dûr. Peor me va en el Dutch Intercity, donde no solo quedo último, sino que además no me termino de enterar de cómo se juega hasta avanzada la partida. Por la noche me quedo a las puertas en una apretada partida de Dune Imperium y hago el ridículo en una de Downforce. Tocaba ir a la cama.

El sábado por la mañana descubro el Euphoria, donde no estoy ni cerca de ganar pero me lo paso pipa y luego una cómoda victoria en Room 25. Por la tarde llegan los juegos duros, con Brass: Birmingham, que no gano por poco, pero al menos me entero de cómo funciona (lo había probado hace un par de años y me sentía como el meme del perro con el Monopoly). Después una de Kanban, donde consigo una inesperada (por aplastante) victoria, tras una larga partida. Entre medias, en el rato entre la cena y la clausura, jugamos una partida inconclusa a Océanos de papel.

Llega el domingo y tocan cosas ligeras. Primero un Three Sisters (que con las patadas que pegamos al reglamento más bien parecía Three Sisters in law), sin que eso sirva de excusa para mi derrota. Luego un Harmonies, que no gano pero decido que me lo voy a comprar y cerramos con una de Tentricks (básicamente el Tetris en juego de mesa), donde me hago con una emocionante victoria.

Esas han sido mis CLBSK.

Qué tal va a 2 jugadores?

Para mí es la manera óptima de jugar. La Furia de Drácula me parece un juego para dos jugadores al que pueden jugar 5, y no al revés. Jugando 5 es cuando se nota que el juego es completamente asimétrico y llevar a Drácula es, con diferencia, la opción más divertida.

A lo sumo se puede jugar a tres, pero jugando a 5 me resulta aburridísimo ser uno de los cazadores.


Pero para gustos, claro.