El otro día probamos The Red Cathedral a 4. Creo que es el primer euro que le saco a este grupo (llevo un tiempo curtiéndolos para que se vayan interesando por juegos más "complejos"), principalmente han jugado ameris, fillers y algún deckbuilder. Ya, no es un juego duro, pero para alguien que no ha tocado un euro sí puede serlo. Me daba miedo que se bloquearan, que perdieran el interés o que la partida no fluyera, pero fue todo lo contrario. El juego va como un tiro, los turnos son rápidos y creo que hay bastante espacio de decisión para ser interesante en su rango. Solo hay una forma de conseguir puntos (en dos fases, pero ambas relacionadas): a) construir / adornar durante la partida, y b) control de las torres al final), pero se genera una dinámica interesante a la hora de decidir la jugada más óptima en función del rondel, el espacio en el inventario, los recursos disponibles, los mercaderes, las losetas de tu taller y el progreso de los otros jugadores. Hubo bastante tensión o sensación de "carrera", sobre todo cuando podían construirte una sección encima de la tuya. Al final hay una mecánica de mayorías para reclamar los puntos de cada torre; como sabía que ellos no estaban teniendo eso en cuenta decidí no prestarle mucha atención, pero añade otra capa a la hora de decidir tus acciones durante el juego.
No termino de entender la decisión de duplicar los tipos de puntos (de reconocimiento y de prestigio, si no me falla la memoria) dentro de un mismo tracker. Al final lo que provoca es que a corto y medio plazo te interese priorizar puntos de prestigio, y en la recta final puntos de reconocimiento (que son más "fáciles" de conseguir). No veo que aporte gran cosa respecto a un tracker clásico.
Total, el juego les encantó y creo que les ha metido el gusanillo. Es un euro ágil, directo y que fluye de escándalo. El rondel es brillante y le da un puntito de azar controlable muy divertido.
A ver si pronto se animan con un Vizcondes o un Brass