Yo con mi sobrino (8 años) le estoy encima todo el rato. Con mi sobrina, que es mayor y más tranquila, no hace tanta falta. Él es muy inquieto y se levanta de su sitio, hace el tonto a ratos y demás, y por supuesto siempre sabemos qué cartas tiene en los juegos en los que hay cartas (aunque sean tres, como en el zombies). A veces se me hace un poco pesado si la partida se alarga mucho porque se para a hacer el tonto y demás. Luego, a juegos como el ticket to ride, que se obceca sobremanera en un trayecto y no mira más allá, a lo mejor el tío junta 30 cartas y claro, acaban cayéndole, no sabe cuales tiene, etc. jeje. Con el catán tb. le pasa parecido y normalmente cuando sale un 7 le pillas con más cartas de las que debe. Luego tb. llevo un poco mal ver como sujeta las cartas, porque a veces las dobla y eso y le estoy llamando la atención constantemente. Lo cierto es que a veces pierdo un poco los nervios, y en especial con los dados. Suele pasar que por ejemplo terminen descolocando los ejércitos del risk o los pueblos del catán por tirar contra el tablero o que el dado acabe fuera de la mesa muchas veces. A veces me siento un poco mal por andar tan pendiente, pero bueno, me encanta jugar con él igualmente y viceversa. Lo primero que me dice al entrar por la puerta es "jugamos al catán/qué juegos trajiste?"
Pues es una buena alternativa la de la torre esa, por lo que me enseña google. Miraré con calma por ahí a ver si puedo hacerme una. Miré también las bandejas, pero de ahí creo que se pueden escapar. Tiene mucha efusividad cuando jugamos a la hora de tirar los dados. Normalmente usamos la caja o la tapa de la caja del juego, pero como suele tener los lados bastante altos y se hace rodar el dado, muchas veces queda al final de la caja muy pegado al borde y el que está en frente del tirador no ve lo que sale en el dado, y esto no me resultaba nada cómodo.