Yo este mismo también lo tengo y lo juego con mi hija mayor, Alicia, con 5 años. Aunque aún le falta malicia, se lo pasa pipa. Menos mal que jugamos en la mesa especial para juegos y así las bolas no caen al suelo, pues como mencionas en tu reseña es una lata ir recogiéndolas del suelo si estas se cayesen. Otros juego de antaño que he jugado con ella (con los personajes sin magia para no liarla mucho) es a Heroquest, y le encanta especialmente la parte de abrir una puerta y ver con qué se va a encontrar.