Coincido con Marasurio en que es un juego muy sencillo de aprender si e lo enseñan, de los más sencillos, y en cambio leyendo las reglas parece que se complica un poco. Y no es por que las reglas estén mal sino por que la mecánica es un tnato novedosa y por que da la sensación de estar lleno de excepciones cuando realmente no es así.
Por cierto que a la reseña le añadiría que es un gran juego por que son minucias las que te hacen ganar y por que lejos de consistir en construir tu propio emporio debes fijarte mucho en el crecimiento de los demás y optimizar la eficiencia de tus elecciones con respecto a ellos auqnue sea por poca cosa.
Lo mejor: la necesidad de prever lo que harán los demás y actuar en consecuencia. Cuando lo consigues aprovechar, te sientes un fenómeno.
Lo peor: lo mucho que puede beneficiar a un jugador el error de otro (y lo común que es que esto suceda). Bueno y esa sensación de que no te ha dado tiempo a nada. ¡Un día voy a jugar una partida sin quitar esclavos y sin límite de escudos a ver si agoto mi estrategia de una vez!