El problema del azar es que el ser humano en mayor o menor medida anhela un universo bondadoso en que las buenas acciones se vean premiadas y las malas castigadas. No nos gusta que reinen los dioses del caos, queremos que nuestra vida dependa de dioses justos e imparciales aunque estos sean severos. Pero la realidad no es así, y ya bastante tenemos con que el mundo no sea justo, para que encima los juegos tampoco lo sean. Creo que en el fondo a todos nos da rabia cuando estás jugando claramente mejor y el azar no acompaña. Y peor es cuando el otro se está jugando la partida a depender de la suerte y le sale bien, cuando tu intentas minimizar esos efectos para tener más control de la situación. Pensator es un jugador más racional y sencillamente no le da importancia porque tiene claro que es el azar, que no es un factor controlable para él y lo tiene asumido de buen principio. Yo creo que soy un poco más romántico, no veo tanto una ficha 5-3-3, veo una unidad de infantería ahí con sus uniformes y cascos, me dejo llevar más. Y claro, no puedes culpar a los dados, es que las tropas son unas ineptas y están tirando al traste la estrategia que tenías tan bien pensada, ¡como para no frustrarse! Creo que la rabia a que las cosas vayan mal, va muy ligada a la emoción y el sentimiento que le estás poniendo al asunto, aunque en el fondo esté dependiendo de unos dados y nada más.