Suelo jugar King of Tokio en jornadas, aunque no lo tenga. Cuando está uno deambulando entre actividad y actividad es un filler bastante divertido.
Sin embargo, esta expansión parece más completar el básico que otra cosa. Desde el minuto 1 se hace raro que los monstruos no tengan poderes personalizados. Y me fastidian los juegos que comienzan "incompletos" como este.
Aun así, King of Tokio sigue pareciéndome entretenido y una estupenda forma de pasar el rato entre partidas.