Es absolutamente increible... Dios mio, pobre hombre. Poner tu sueño, aunque sea una mierda, en manos de la televisión, sus estrellas y sus productores y ser destruido de esa manera... madre mia.
Del bulletball mejor no hablar, ese hombre ha perdido la cabeza. Necesitaría a la juguetera mas grande del mundo de su lado y una serie de dibujos o dos que le apoyaran para vender ese juego.