No sé por qué, el tema de Sanidad me empieza a recordar a este chiste:
Un presidiario sufre un accidente de trabajo en el taller de la prisión y a consecuencia del mismo le tienen que amputar el brazo izquierdo. El preso pide hablar con el alcaide, y le dice:
- Sr. alcaide, cuando yo muera tengo la ilusión de que me entierren en el panteón de mi familia junto a mi madre; por favor, permita que mande el brazo para que lo entierren allí
El alcaide accede a la petición; una semana despues, el mismo preso sufre otro accidente y le tienen que amputar la pierna derecha. Vuelve a hacer la misma petición al alcaide y éste le da permiso. Pero dos semanas más tarde, y tras otro accidente, esta vez le amputan el brazo derecho. El preso, visitado por el alcaide, pide de nuevo a éste poder mandar el miembro amputado al cementerio. El alcaide, visiblemente mosqueado le dice:
- Mire, esta vez vamos a transigir, pero... usted no se estará escapando poco a poco, no?