No hay nada como el chisporroteo de los cerebros de los jugadores cuando la única manera de llegar a un objetivo consiste en 25 movimientos y la encuentra alguien después de 10 minutos de contemplación, concentración, pestañeo y rascarse la cabeza por la incredulidad...
Este juego es deliciosamente adictivo, sí señor.
También está cuando después de varios minutos y habiendo usado 3 o 4 robots, gritas ¡13!, le das la vuelta al reloj con carita de satisfación y escuchas a tu lado ¡9! (hijo de p....)