Juego para de 2 a 5 jugadores, preferible para 4 a 5, de unos 90 minutos de duración, diseñado por Karl Marcelle e ilustrado por Jonathan Hartert, y que ha editado en castellano SD Games en colaboración con GenX Studios.
Veréis que las ilustraciones tienen un estilo alejado de la "linea" más habitual de GenX-Games, y es que parece que, sin dejar de apoyar los diseños autóctonos, se está dando cuerda a licencias ya desarrolladas.
Y la verdad es que el cambio de estilo se nota.
Pero ¿de qué va esto?
Lo vamos a dejar claro: esto es un eurogame de los de hacer combos y puntuar por distintas cosas. En un contexto en el que vagan orcos, paladines y princesas, sí ...pero que nadie se engañe, es un eurazo.
El turno es muy sencillo: se elige una carta de cliente
y se coloca un marcador de ese color en una taberna
en uno de esos círculos de colores que veis.
La colocación afecta a varias cosas:
- Si el cliente coincide con el color del círculo, el jugador mejora en unos tracks "de raza" (que dán puntos y/o bonus).
- Los jugadores propietarios de esa taberna (que hayan colocado un cubo de propiedad) obtienen monedas.
- Si se llena esa taberna, el jugador se lleva un marcador de sobre (que permite un tipo de acción y que proporcina punto a final de partida si no se ha usado).
- Se podrá activar la habilidad especial de uno de los personajes que esté en esa taberna.
- Si la carta de cliente tiene un símbolo coincidente con uno de los símbolos de los marcadores de la taberna, se obtiene un bono.
Esos personaje permiten hacer distintas cosas, todas pagando monedas: conseguir propiedades en las tabernas (da puntos), colocar marcadores en las tabernas (da puntos), conseguir losetas de favor real (proporciona beneficios y puede dar puntos) y mejorar en el track de razas.
Esto se completa con un mazo de hechizos (que se consiguen con uno de los combos "icono de cliente - icono de localización") que, pagando, añaden cambios a la dinámica general.
Por lo tanto, iremos obteniendo durante la partida puntos por ir haciendo las distintas acciones.
Y al final de la partida cada jugador elegirá uno de los cinco criterios de puntuación (tener dinero, favores reales, hechizos usados o títulos de propiedad de taberna), que proporcionan de 3 a 15 puntos en función de las cantidades que se tengan.
SENSACIONES:
La sensación es la de estar ante un euro no del todo pulido. La cantidad de cosas que afetan a la decisión central de cada turno (elegir un cliente y colocarlo) hace que se favorezca un AP peligroso. Hay cierta sensación de que puede haber tendencia a usar de forma temprana ciertos personajes para ocupar las casillas de marcadores y las propiedades (que dan puntos y que se agotan). La interacción no se percibe especialmente. Y la resolución final de la partida es dependiente de la toma de decisiones sobre los conceptos que puntuar, con uno de ellos, el rey, claramente superior al resto ya que no permite puntuar más que al que lo elige (algo que tiene sentido ya que hace que la subida en el track de raza tenga un interés especial).
Es un juego que seguro que necesita más partidas, pero mi primera sensación es que el reglamento deja dudas y que se han complicado y entrelazado unas mecánicas, varias formas de puntuación y tracks de una forma un tanto deslabazada.