Normalmente odio los rediseños de ajedrez en los que necesitas un manual para identificar las piezas (caso, por ejemplo, del bellísimo ajedrez de Aliens vs. Predators en el que salvo la reina y los peones, no lograba distinguir qué pieza era cada una y por qué). Pero en este caso, además de ser un bonito rediseño, las piezas me parecen perfectamente identificables.
A mí sí que me ha gustado.