Me has convencido. Debo descansar de los juegos de mesa. Esta proxima semana me voy una semana a Tenerife a recapacitar.
Eso si Wkr, yo sigo pensando que te vendría bien un cambio de aires o tener una responsabilidad que se anteponga a tus necesidades personales
Cita de: LoneWolf en 25 de Mayo de 2007, 15:24:12 Eso si Wkr, yo sigo pensando que te vendría bien un cambio de aires o tener una responsabilidad que se anteponga a tus necesidades personales Si, quiero un trabajo de responsabilidad que me permita vivir desahogadamente y dar la vuelta al mundo.
Cita de: Biblio en 25 de Mayo de 2007, 15:13:12 Me has convencido. Debo descansar de los juegos de mesa. Esta proxima semana me voy una semana a Tenerife a recapacitar. ¿Y qué juegos te llevas?
Biblio, no veas la ilu que me hace que te lleves el mundialito. Mi ego ahora esta por las nubes. Y el Nuggets que fue recomendación mía.
A mí me parece un artículo acertado. Creo que la "dosis de evasión" necesaria por cada persona, depende de su desencanto con el mundo en el que vive. En la medida en que a uno no le gusta un porcentaje de la vida, lo complementa con un porcentaje similar de evasión, ya sea jugando, escribiendo, pintando, o emborrachándose en el bar de la esquina. El caso es desconectar la mente de lo que te rodea. Mientras estás haciendo A no estás pensando en B. A mayor o menor nivel, todo el mundo funciona así. De hecho, para eso precisamente está el Juego y el Arte, para solaz del espíritu y descanso del alma. Qué triste sería vivir siempre en este mundo... Otra cosa es que el porcentaje de desencanto sea tan grande, que la persona se siente frustrada cuando debe abandonar sus "mundos imaginarios" para enfrentarse al día a dia. Cuando la fantasía es más un refugio que una válvula de escape. En estos casos, a mí me da que se produce un "estancamiento", una especie de sensación de que nos hemos detenido en algún punto extraño, mientras algo de nosotros sigue avanzando sin saber muy bien a donde. Yo creo que todos tenemos unas metas muy claras. No hay nadie (y lo pienso de verdad) que no tenga claro eso que "le haría feliz". Lo que sucede es que a veces no somos capaces de admitirlo, o no somos lo suficientemente valientes como para salir a buscarlo, y nos damos mil razones para justificar nuestra confusión. No me refiero a encontrar esa receta de la felicidad eterna, sino a lo que nos gustaría en un futuro cercano. Al cambio de aires. A "ese algo que nos falta". Todos sabemos lo que es. Y poniéndome literario..."es el único semáforo en verde que queda en la oscura y lluviosa avenida. Puedes verlo a través de la lluvia, a través de los cristales que te protejen del frío y de la noche. Le devuelves la mirada, sabiendo que no serás capaz de abandonar la butaca y el café caliente, pero con la esperanza de que haya algo de humano en esa luz verde, y algo de embrujo en esa humanidad, que le permita hipnotizarte y guiar tus pasos hacia la luz..."
Cita de: brackder en 25 de Mayo de 2007, 18:03:11 A mí me parece un artículo acertado. Creo que la "dosis de evasión" necesaria por cada persona, depende de su desencanto con el mundo en el que vive. En la medida en que a uno no le gusta un porcentaje de la vida, lo complementa con un porcentaje similar de evasión, ya sea jugando, escribiendo, pintando, o emborrachándose en el bar de la esquina. El caso es desconectar la mente de lo que te rodea. Mientras estás haciendo A no estás pensando en B. A mayor o menor nivel, todo el mundo funciona así. De hecho, para eso precisamente está el Juego y el Arte, para solaz del espíritu y descanso del alma. Qué triste sería vivir siempre en este mundo... Otra cosa es que el porcentaje de desencanto sea tan grande, que la persona se siente frustrada cuando debe abandonar sus "mundos imaginarios" para enfrentarse al día a dia. Cuando la fantasía es más un refugio que una válvula de escape. En estos casos, a mí me da que se produce un "estancamiento", una especie de sensación de que nos hemos detenido en algún punto extraño, mientras algo de nosotros sigue avanzando sin saber muy bien a donde. Yo creo que todos tenemos unas metas muy claras. No hay nadie (y lo pienso de verdad) que no tenga claro eso que "le haría feliz". Lo que sucede es que a veces no somos capaces de admitirlo, o no somos lo suficientemente valientes como para salir a buscarlo, y nos damos mil razones para justificar nuestra confusión. No me refiero a encontrar esa receta de la felicidad eterna, sino a lo que nos gustaría en un futuro cercano. Al cambio de aires. A "ese algo que nos falta". Todos sabemos lo que es. Y poniéndome literario..."es el único semáforo en verde que queda en la oscura y lluviosa avenida. Puedes verlo a través de la lluvia, a través de los cristales que te protejen del frío y de la noche. Le devuelves la mirada, sabiendo que no serás capaz de abandonar la butaca y el café caliente, pero con la esperanza de que haya algo de humano en esa luz verde, y algo de embrujo en esa humanidad, que le permita hipnotizarte y guiar tus pasos hacia la luz..."PLAS; PLAS; PLAS!!!!SaludosACV PS: Vuelvo a preguntarte iras a la semana negra de Gijon?
Ojala...pero aún recuerdo la tremenda paliza de tren que nos dimos la última vez que fuí. 11 horas el viernes y 11 el domingo, desde Málaga a Gijón...Y SIN PODER FUMAR La verdad es que me lo pasé genial, asistiendo a la espicha de la ASTURCON y disfrutando de esa maravillosa ciudad que es Gijón. Pero no creo que este año pueda repetir...es demasiado para un fin de semana. Por lo que veo, tú tienes pensado ir... La verdad, no sé. Mi novia no soporta los aviones, e ir sólo es un rollo...