Es de ley admitir que la escena es crema.
Solo por admirarla un poco más: es sublime el momento en el que Robin, quedándo cinco "escalones" para llegar a batman y darle el repelente, opta mejor por engancharse con las piernas a la "escala" para poder así colgarse cabeza-abajo.
Claro, mucho más cómodo hacer así la entrega.