Impresionante, señora. Qué fin de semana más memorable. Gracias a la parte de la intendencia, a los que os ocupasteis de reservas, organización y compras y muy especialmente a Macklau por ese curro que nunca se puede agradecer lo suficiente.
Y como estamos en un foro de juegos de mesa, voy a comentar los juegos jugados que, si bien no han sido lo único ni lo más importante, sí son lo que más les puede interesar a los no asistentes:
La Resistencia: jueguín que nos marcamos el viernes noche para abrir boca (al menos Calvo y un servidor, que nos incorporamos más tarde) y en el que, tras unas muy malintencionadas coñas durante la explicación, los malditos traidores nos la clavaron pero bien. Meju me levantó un eurazo por mi mala cabeza, lo que nos lleva a la moraleja: nunca apostéis dinero si no estáis dispuesto a perderlo, por muy seguros que estéis de tener razón
Vegas Showdown: juego de subastas tan entretenido como indecentes son sus componentes. Gracias a César_vk por plantarlo en la mesa, que lo tenía sin probar, y por dejarme satisfecho por tenerlo.
RoboRally: tiene más componente de percepción espacial del que Meju diría, aunque sí es cierto que es principalmente un festival de caos.
Crokinole: un omnipresente cada vez que nos juntamos cuatro del Comando Puebla. Este fin de semana, por recomendación de Ferris, he descubierto que soy ambizurdo crokinolero: juego igual de mal con la derecha y con la izquierda
Escape: surgieron sus momentos de tirar dados y pegar gritos. Siempre me gusta explicar este juego y ver cómo el muevecubos más estricto se convierte en un histérico arrojador de dados y se pone a vociferar "¡aquí, aquí! ¡máscaras, por favor, que estoy atascado! ¡necesito una llave!".
Magic: yo un sábado sin Magic lo aguanto regular pero, por suerte, Maeglor tuvo a bien llevar su Cubo, y hubo oportunidad de darle candela de la buena. No hay duda de que el Cubo es el formato definitivo para Magic.
Raíles: aquí tuve el placer y el honor de ser yo el "maestro" del juego y ayudar a desvirgar la copia de César_vk. Hacía tiempo que no lo jugaba y era una pena, por ser de mis juegos favoritos. La fortuna quiso que pudiera ganar (por desempate, eso sí: partida reñidísima), contribuyendo a esa falsa imagen que tiene el grandísimo Roanoke de mí como jugador de trenecitos
Diavolo: Reuner trajo este divertido chorrijuego no apto para anillos o uñas largas y que nos tuvo riendo como críos un buen rato. Siempre estoy dispuesto a echarme un par de partidas a esta pequeña joyita que, además, tiene muchos dados, que siempre es un plus
Skull & Roses: entre rato y rato, un poquito de faroleo con este póker de los motoristas. Sé que tenía su riesgo sacar el juego de los posavasos habiendo tanta cerveza rondando, pero fue un riesgo del que no me arrepiento. Es muy curioso ver cómo la opinión de los jugadores más "serios" respecto a este juego suele cambiar... en la segunda partida.
Battlestar Galactica: ¡por fin me tocó se Cylon!
Acusaciones, reproches, tensión y pánico por doquier. Los malísimos conseguimos vencer sobre todo por la oportunidad que tuvimos de dar dos golpes muy grandes en dos ocasiones consecutivas y la actuación del Cylon encubierto que pudo mantener la duda hasta el último momento, impidiendo que los humanos pudieran cooperar al cien por cien. Juegazo.
Gambit 7: este fue el momento en el que nos pudimos reunir casi todos en lugar de repartirnos en 2-5 mesas, y simplemente por eso ya tiene un valor. Me quedé un poco regulero por la comparación con Wits & Wagers y por hacer de
preguntador en el que quizá no era mi mejor momento para articular muchas frases comprensibles seguidas, pero los juegos sociales tienen su principal mérito en la parte de sociales, y eso lo cumplió con creces. Arikaner consiguió reunirnos a todos en torno a la mesa para hablar de intoxicaciones alimentarias en Gales, papas en Avignon y sonetos de Shakespeare
Spartacus: mi mejor descubrimiento de estas jornadas, y un próximo añadido a mi colección, sin duda alguna. Este juego tiene todo lo que un buen ameritrash debe tener, y con creces: negociaciones, traiciones, amenazas, puteo sin fin, tema muy presente y mucho rodar de dados y alguna que otra cabeza. Y lo dice alguien que no ha visto ni un capítulo de la serie. Gracias mil a Ksuco por dárnoslo a conocer.
La Pocha: llevé el Wizard para "engañar" a la gente y no hizo falta, ya que acabamos dándole al original. Sigue siendo el mejor juego de bazas que he probado, tanto en su versión tradicional como en la de caja de Amigo, y más cuando le añades buen rollo y risas, sin dejar de estar en compañía de jugones. Como guinda, el que Ferris aprendiera a jugar aquella noche, llenando así un imperdonable hueco en su conocimiento lúdico.
The Manhattan Project: me va gustando cada vez más este euro de colocación de trabajadores que ha sido muy rápidamente olvidado en favor de las novedades de Essen, pero que tiene mucho que decir. Rápido, directo, ágil y con puntos de decisión sutiles en un principio, como cuándo usar los edificios propios o en qué momento recoger trabajadores para evitar que los oponentes se beneficien demasiado de ello, además de un componente muy importante de puteo, tanto en el ataque aéreo que me reventó mi mina principal más allá de lo logísticamente posible de arreglar como en el espionaje en el que fui más agresor que agredido. Una compra que, poco a poco, se va revelando como provechosa.
Y, por último, el rey de los juegos de estas Troll-Con, el culpable de que muchos no pudieran conciliar el sueño hasta altísimas horas de la madrugada, el aspirante que ha llegado a expulsar al Crokinole de la mesa de la que creía haberse adueñado...
Martian Dice: puede que sea por el tacto y colores de los dados, por la combinación del fuerzasuertes clásico con un puntito extra de decisión, por lo divertido del tema o simplemente por la compañía, pero no hubo mesa en la que se escucharan más risas que aquella en la que encadenamos partida tras partida de dados marcianos. Buscad en hilos de compra-venta, investigad tiendas online extranjeras, llamad a Chessex para hacer un pedido de dados personalizados, porque Martian Dice es tan difícil de encontrar como descacharrante de jugar, y de algún modo habrá que descubrir si la especie dominante en la Tierra son los humanos, las gallinas o las vacas.
Un placer como siempre, gente. ¿La tercera para Junio?