Pues ayer eché mi segunda partida, a cinco jugadores como la primera. Nadie antes había jugado salvo yo pero todos éramos jugones. Intenté hacer valer mi experiencia (aunque poca) en el juego y elaborar un poco más mi estrategia a la hora de obtener acciones y desarrollar las compañías. Sin embargo, a mitad de juego, prácticamente lo di por perdido, solo poseía un par de acciones y de las compañías peor desarrolladas, sobre todo la verde. El jugador de mi izquierda florecía y recaudaba dividendos a punta pala y yo muy poco. Entonces decidí lanzarme por esa compañía que nadie quería, la verde, y la recapitalicé, me hice accionista mayoritario (2 vs. 1 vs. 1) y encontré los aliados adecuados (quienes tampoco iban muy allá en la partida), haciéndola subir como la espuma. Aún así, el jugador de mi izquierda seguía dominando, llegando a tener seis acciones en total, y por mi contra yo tenía dos verdes y una roja. A pesar de que parecía haber mejorado mis ingresos, daba por hecho que perdería la partida, si no siendo el último, el cuarto. Pero cuál fue mi sorpresa que, en el recuento final, mis ingresos eran de 54 dólares, y quien estaba a mi izquierda, el que parecía que se lo llevaba todo de calle (aunque bien es cierto que llegó a pagar una cantidad desorbitada por una acción, unos 27 dólares, cosa que a la postre juzgamos como lo que le hizo llevarlo a la pérdida de la partida), 52 dólares. Gané. Gané por dos dólares pero gané. ¡Gané con tres acciones!. Pero la cosa es que gané y realmente nunca tuve la sensación, ni por un segundo, de que podía hacerlo. Mi victoria fue agridulce. ¡Gané sin tener la sensación de ser el vencedor! Una victoria muy extraña.
Y esta sensación extraña se une a la de la anterior partida, que también percibí rara, donde uno de los jugadores se quedó atrás en algún momento de las tres primeras rondas y jamás pudo remontar (justo lo contrario que yo en esta segunda partida).
Las sensaciones por tanto con este juego son extrañas, tiene mecánicas sencillas, profundidad media, de componentes muy aceptables (calidad Queen Games), pero que sin embargo me deja la sensación (tras dos partidas) de no saber cómo jugarlo y, como consecuencia, de cierto resquemor a la hora de volverlo a sacar a mesa por no saber qué me voy a encontrar. ¿Qué me pasa doctor?.