Finalizada eliminatoria de octavos de final: Xerof (Cartago) vs. Morningsinger00 (Roma)
Turno 1. Cruce peligroso.Convencional. Roma consigue el control de Tarraco y Dertosa y Aníbal las recupera antes de dirigirse a Italia. Escipión se coloca en Mutina para cerrar el paso a Aníbal que, pese a dividir su ejército para cruzar los Alpes, pierde 3 unidades en los puertos, entre ellas un elefante. Vaya. Además una diplomacia devuelve Tarraco a manos romanas y con ella la provincia de Idúbeda.
10 provincias a 8 para Roma.
Turno 2. Aníbal acorralado.Procónsul Escipión. Marcelo toma el mando en Mutina y Longo repite consulado en Sicilia.
El ejército cartaginés se refuerza con una leva de entusiastas galos y Roma hace lo propio. Aníbal se mueve a la tierra de los Boyos con 9 unidades y un elefante y es interceptado por Marcelo. No buscaba batalla, pero creo que la situación me favorece y acepto el reto. Son 16-16, y tengo todavía un elefante, pero suenan las trompetas y queda en 16-14. Bueno, aún así me queda Aníbal en la manga. Repartimos las cartas y me veo con 5 Flancos derechos y 2 Reservas en la mano. Ya pueden ir buscando un par de monedas por barba. Pero Marcelo casi no falla la iniciativa y me machaca con Probes (sólo tengo 1). Acabo mis Flancos Derechos y nada, mi rival tenía 3 Flancos derechos y las otras 2 Reservas. Y yo he agotado mis reservas en defensa: Roma vence en 9 rondas, pero sólo sufrimos una baja en combate y yo otra en la retirada (los Probes es lo que tienen). Lo peor es que se acabaron los elefantes. Vuelvo a Taurini, dolorido pero todavía peligroso.
Marcelo se coloca en Mutina y destaca a Escipión para hacerse con Verona. Hay una serie de confusas maniobras que acaban con todo el ejército romano en Mutina y Verona de nuevo en manos cartaginesas. Marcelo no parece querer correr el riesgo de que Aníbal se le escabulla y Aníbal no tiene tantas ganas de jaleo como antes.
Mientras tanto Asdrúbal recupera Tarraco y aísla las ciudades aliadas a Roma. Toda Hispania está bajo dominio púnico.
9-9 en provincias.
Turno 3. A por todas y que sea lo que Baal quiera.Procónsul Marcelo, por supuesto, y cónsules Paulo en Agrigento y Longo, por tercera vez, en Italia.
Roma dedica un montón de recursos a sobornar a mis mercenarios, pero sólo consigue causar una baja al ejército de Asdrúbal. Aníbal se refuerza de nuevo con más galos. Hay una ronda de controles políticos en la Galia Transalpina y Hispania hasta que me lanzo derecho a por Marcelo. Tras mucho meditar llego a la conclusión de que nunca estaré en mejor disposición para abrirme paso. Marcelo no se va a mover de Mutina y cualquier paso por los Apeninos me dejaría sin posibilidad de retirada. Cada turno habrá más tropas romanas con que enfrentarme y luego me quedará la duda de si estoy fijando tropas romanas o los romanos están fijando a Aníbal. Tengo 11 unidades conmigo y dejo a Giscón en Boii con una, si tengo que retirarme estaré en una posición bastante fuerte. Allá vamos. Rumbo a Mutina.
Marcelo acepta el reto, por supuesto. Son 19 cartas para Roma y 15 para Cartago, pero Aníbal es capaz de cualquier cosa. Veo mis cartas y me relamo: 3 Dobles Envolvimientos y 3 Reservas. Empiezo mi ataque envolvente y Roma la contrarresta. En ese momento parte de mis mercenarios deciden cambiarse de bando, malditas sabandijas. Entrego un Flanco Derecho que inmediatamente me es devuelto. Sólo me queda otro, pero es igual porque la batalla no puede durar mucho. Es un decir. Intercambiamos Dobles Envolvimientos con Flancos Derechos y contrarresta mis tres Dobles con otros tres. ¡Tenía tantos como yo! Menos mal que Aníbal no falla sus tiradas, pero ya he gastado un Probe y una Reserva. Si uso otra y tiene la reserva que falta estaré vendido. Quería reservar la Caballería de Maharbal, pero no puedo correr más riesgos. Allá va. Y tiene la última reserva. Todas las Reservas y todos los Dobles Envolvimientos estaban repartidos. No hace falta decir que ya no estoy tan relajado como cuando empezó el combate. Sin embargo la batalla ha acabado. Marcelo no consigue la iniciativa y juego mi segunda reserva sabiendo que no queda nada con qué contrarrestarla. Victoria en 8 rondas con Doble Envolvimiento, 2 bajas para Cartago y el ejército romano resulta completamente aniquilado. Una dura victoria, pero el camino al Samnio queda expedito y sólo hay 5 unidades enemigas en Roma bajo Longo. Mientras me entretengo en empalar a los traidores que con tan poca visión de futuro decidieron abandonarme en plena batalla Paulo traslada a Roma su ejército. Finalizados los trámites Aníbal y Giscón se despliegan para controlar el Samnio.
Longo reúne su ejército y se lanza contra Firmum Picenum, donde se encuentra acantonado Aníbal con 7 unidades. Giscón no consigue interceptarlo y la batalla tiene lugar. Cartago 12 cartas, Roma 13. Pero Longo no es Marcelo y la batalla no es tan reñida como la de Mutina. Hubiera sido un trámite, pero cometo un error al leer una carta y cambio mi eje de ataque, lo que alarga la batalla hasta las 9 rondas y me causa dos bajas. Los romanos sufren otras 5 en la retirada. Sólo quedan 6 unidades romanas en todo el tablero.
Tomo el control del Samnio y Longo consigue deslizarse hasta Ariminum, arrollar la unidad cartaginesa que la ocupaba y volver a Falerii sin ser interceptados por Aníbal.
Cartago controla 10 provincias, Roma 8 y una situación muy complicada.
Turno 4. El FinProcónsul Paulo, cónsules Flaminio y Escipión, todos en Falerii con 11 unidades.
En su primer impulso se lanzan contra Aníbal, victoria o muerte. Giscón intercepta desde Sena, lo que deja la batalla en 14-14. No dura mucho. Por cada carta que juega Flaminio Aníbal le devuelve 3, y se acaba en 6 rondas. No hay bajas en el combate, pero en la retirada otras 5. Las retiradas romanas han sido trágicas, todas ellas.
A Roma sólo le quedan 6 unidades en Falerii para enfrentarse a las 7 de Aníbal y decide rendirse incondicionalmente.
La verdad es que al principio de este turno la situación de Roma era ya desesperada. Mi intención era dejar las cosas tranquilas en Italia, invadir Sicilia con Magón, ayudado de una diplomacia para tomar Agrigento y facilitar el desembarco, y hacerme con Cerdeña con un Mensajero Interceptado y una Revuelta. Hubiera sido un 12-6 en provincias, si todo salía bien.
Una partida intensa, especialmente las batallas. Tras el enorme combate de Mutina creo que a morningsinger00 le faltó un poco de paciencia. Cualquiera que haya jugado con Roma habrá pasado por el trance de ver un ejército enorme aniquilado y reconocerá el shock que genera. Uno tiene la impresión de que sólo un contragolpe inmediato pudiera devolver el equilibrio y entra en la dinámica de buscar un golpe de suerte que, como ocurrió esta vez, puede perfectamente no producirse. Lo que no quiere decir que mi rival tirara la partida, tras la victoria de Mutina lo pasé mal. Si hubiera perdido cualquiera de las batallas posteriores y hubiera tenido una mala retirada podía haber perdido a Aníbal y todo su ejército. No me sentí nada feliz durante estos enfrentamientos, mucha tensión. Pero Aníbal es mucho Aníbal.