Yo con Alicia a esa edad (ahora le faltan días para cumplir los 6 años) jugaba casi siempre a sus juegos de Haba o de la línea infantil de Devir mayoritariamente (además de algunos otros como Crazy Coconuts, El baile de disfraces de las mariquitas, Tweeet, Dados zombie...), pero me pasó lo que a ti, que empezó a interesarse por otros juegos ("quiero jugar a un juego nuevo de los tuyos", me decía). Así que empezamos a introducirle algunos, con pequeñas simplificaciones. Por ejemplo:
- Aventureros al tren: Sin cartas de objetivo, sencillamente puntuando cada colocación de trenes (y ella con las cartas al descubierto para que pudiéramos ayudarle un poco). Luego lo refinamos un poco añadiendo la regla casera de que debíamos siempre continuar una línea de tren existente, nuestra o de otro jugador (para que no se limitase a colocar los trenes de los que disponía cartas, y se preocupase más de buscar las cartas que le pudiesen venir bien). Desde hace aproximadamente un año ya juega ella sola, y las dos últimas partidas las hemos hecho con objetivos.
- Carcassonne: Este lo jugamos de forma normal desde el principio, eliminando tan sólo el rol del granjero (pues es el más difícil de entender). Ahora ya se dedica incluso a intentar robar ciudades con sus caballeros, ¡como debe ser! A veces se lía un poco con la finalización de los caminos, o se le olvida que puede colocar un peón junto con la nueva loseta en otra parte de la misma si la ha usado para extender algo que ya le pertenecía, pero basta con recordárselo y ya ella decide.
- Pitch Car: ¿Este es un juego de mayores?
A este juega de forma normal desde el primer día.
- Quorridor: Este le encanta, y ahora por fin que sabe contar hasta cantidades más grandes se fija más en el número de casillas que le falta por recorrer tanto a ella como a su adversario para poder ganar. Hace no mucho ha aprendido a economizar mejor los muros (antes los gastaba todos casi al principio, y claro, solía acabar con la partida perdida en cuanto se deshacía del último). Sigue perdiendo, pero le encanta, y cada vez lo hace mejor.
- Diamantes: Lo jugamos normalmente desde los comienzos. Al principio siempre se asustaba ante el primer peligro, ahora maneja mejor las posibilidades de aguantar algo más para intentar llevarse más diamantes. Y como ya sabe sumar y contar números más grandes, lo disfruta más.
- Celestia: Después de haber triunfado con Diamantes, era muy difícil que este otro no le gustase. Se conoce los efectos especiales de las cartas que no son de adversidad mejor que nosotros. Le encanta.
- Pingüinos: Este juego tiene temática más bien infantil, así que resultó fácil comenzar a jugarlo pronto también. Lo jugamos normalmente desde el principio. Ahora ya empieza a tener más picardía a la hora de intentar aislar a nuestros pingüinos (aunque aún piensa a más corto plazo). Otro de sus favoritos.
- El Hobbit, El oro encantado: Este juego tiene unas reglas muy sencillas de explicar, así que un niño de 4-5 años las entiende perfectamente. Lo jugamos bastante a menudo de manera normal, y le encanta.
- La isla prohibida: Al ser cooperativo, resultó sencillo empezarlo a jugar con ella ayudándola en cada paso casi como si fuera un tercer jugador llevado por nosotros. Ahora que ya se conoce las mecánicas, ella participa de forma activa durante toda la partida, si bien aún no aconseja demasiado a los demás y se deja llevar fácilmente por nuestros consejos (por lo que intentamos no darle muchos para que pueda decidir por sí misma).
- El desierto prohibido: Ídem que el anterior.
- Hogar dulce hogar: Este sólo para cuando aprenda a leer diría yo, para sacarle todo el partido. Se ha convertido en poco tiempo en su juego de mayores favorito. No se cansa de jugarlo.
- Gardens: Lo jugamos de forma normal. Cada vez lo hace mejor. Todavía le cuesta ver cómo colocar una loseta de forma que no sólo le favorezca sino que perjudique a los otros jugadores. Prácticamente nunca juega a bloquear a los demás con sus jardineros, aunque va aprendiendo a medida que le bloqueamos nosotros a ella (intentamos no ser demasiado duros con ella). Le gusta mucho también.
- King of Tokyo: Lo jugamos con todas sus reglas desde el principio. En las primeras partidas, como es lógico, le costaba entender qué debía hacer, pero se lo pasaba pipa tirando los dados y haciendo que su monstruo se pelease con los otros. Hoy en día juega ya bastante bien.
- Age of war: Lo jugamos de forma normal desde las primeras partidas. Las reglas son sencillas, así que las pilló rápido.
- Juego de Tronos: Intriga en Poniente: Lo jugamos de forma normal desde las primeras partidas. Las reglas son sencillas, así que las pilló rápido. Le encanta preguntarme por los personajes y que le cuente algo sobre ellos, aunque lo que más le interesa es saber si "es bueno o es malo" (todavía resulta complicado hacerle entender la cantidad de grises que pueden existir respecto a la manera de actuar de una persona).
En fin, y muchos otros que seguro estoy olvidando ahora mismo. De todas formas, también ha practicado desde los 3 años juego libre con algunos otros juegos, como le pasa a la tuya. Sobre todo, con juegos de miniaturas como los de D&D o Heroscape. Y es que el juego libre es muy importante en el desarrollo de un niño, así que yo de ti (y de forma independiente a intentar jugar con ella a juegos de adultos procurando seguir más o menos sus reglas) no le impedía seguir jugando de forma libre a esos otros juegos como hasta ahora, salvo con piezas que sean peligrosas para ella o que puedan acabar mal en sus manos (cartas mayormente) a no ser que sea con absoluta supervisión, claro.