El juego es así. En cada turno el jugador debe coger una carta de la "piramide", bien sea para pagar su coste y construirla, para venderla por el oro correspondiente o para construir una fase de maravilla pagando únicamente el coste de maravilla.
Estratégicamente, se supone que deberías usar para maravilla las cartas que creas que necesita tu rival. Es una forma de quitárselas.