Yo solo he jugado a Troyes, así que solo te puedo hablar de él.
A mi personalmente me parece un juegazo, eso sí, es uno de esos juegos que empiezas a disfrutar a partir de la tercera partida, las primeras partidas mola igualmente porque tiene unas mecánicas chulas pero no sabes muy bien de qué va la historia, pero según sumas partidas, más vas adorando el juego. Es uno de esos juegos con una curva de aprendizaje prolongada como puede ser Caylus.
La rejugabilidad me parece muy alta ya que cada partida varían las cartas que entran en juego y que ofrecen combos bien distintos, te tienes que adaptar a los diferentes escenarios que se crean en cada partida.
No es un juego complejo, de hecho la explicación es bien sencilla, como le sucede a Caylus, la chicha está en dominar el juego más que en aprender a jugarlo.
Respecto a la escalabilidad decir que a 2 y 3 funciona estupendamente, chirría más a 4 porque el cuarto jugador tiene una desventaja que le puede lastrar en exceso.
El arte, aunque peculiar, para mí es bonito bonito, además muy acorde con la temática medieval, un juego que han cuidado mucho en todos los aspectos, hasta el reverso de las cartas es bonito. Puesto en mesa queda chulo.
Para mí, como te puedes imaginar, es un juegaco.
Salud