Por situarnos un poco, me ha pasó esto con Cuba, Robinson Crusoe y ahora con Troyes, aunque con Robinson Crusoe no tengo ningún problema porque funciona muy bien en solitario. Procuro hacerme con juegos de tipo euro, que son los que más nos gustan. Entre los últimos que compré estaban Viticulture y Terraforming Mars, los cuales han entrado como un tiro y este último se ha convertido casi en obsesivo. Me lo piden siempre. Después de jugarlo continuamente durante 4 días, decidí convencerles de sacar algo distinto y saqué Troyes. Para enseñarles a jugar, les puse una grabación de 30 minutos que hice yo hace varios meses con mi voz explicándolo todo y que se tragaron con todo respeto y silencio. La partida se jugó entera pero, aunque yo les resolvía todas sus dudas, no se acomodaron. De hecho, en la última ronda, uno de ellos intentó hacer un grupo con 4 dados, o sea, no tenía claro nada. Al terminar, me dijeron rotundamente que no les había gustado ese juego. Quizá fue esa extensa grabación o quizá fue que lo que les apetecía era el otro juego y por no llevarme la contraria, accedieron. No lo sé. El caso es que ahora no me atrevo a insistir por respeto y he decidido no proponerlo hasta que pase un mes más o menos, a ver si hay más suerte.