El Mein Kampf es la prueba de lo erróneo de esa afirmación.
Imaginaros si en cada hilo de un wargame entrara todo aquel al que no le gusta un wargame a explicar porque no le gusta.
No veo el problema en leerlo, (otra cosa es tener que estar de acuerdo con todo lo que uno lee).Para poder hablar con propiedad hay que conocer de lo que se habla.
Obviamente era una broma, Murria.
Sinceramente, soy de la opinion de que si se habla de un tema, entrar a decir "esto es una mierda" o "este tio no me gusta" no aporta nada al hilo.Imaginaros si en cada hilo de un wargame entrara todo aquel al que no le gusta un wargame a explicar porque no le gusta.De hecho, esto pasa mucho en los foros, en general y en labsk en particular tambien, harto estoy de que se este hablando de un juego, para que entre alguien "es que a mi este juego me parece una mierda y etc etc" pues muy señor mio, no postee.Ojo! Que no hablo de hilos de recomendaciones, hablo hasta de hilos en que se discuten estrategias, o ampliaciones de algun titulo, que siempre entra alguien al trapo de "este juego me parece un rollo".Si el hilo tuviera como título "Que os parece Perez Reverte?" me pareceria bien que entrara todo el mundo a dar su opinion, como no se pide, que no entre al que no le guste, y eso va por este hilo y cualquier otro.
En primer lugar este articulo se escribió hace muchos años (quizás más de veinte), cuando Reverte todavía era un escritor poco conocido y nisiquiera era académico, luego no usaba el poder, sino que nos defendía a los jugadores en un contexto periodístico hostil para el hobby por el tema del asesino del rol.
Menos mal!!Pensaba que lo siguiente que dirias es que hay que quemar todos los libros "decadentes"
Huys, ¿tambien has leido mis notas sobre el lebensraum de los eurogames que necesitamos los grognards?
Aunque sea hace mucho tiempo, no deja de ser agradable ver que alguien habla de los wargameros sin llamarnos "bichos raros".
Que sí, joer, que era por rebajar tensiones, que empiezan los insultos y luego hay que cerrar el hilo y os quejais, que soy un servicio social, coña.