Más que de personas con ToC, lo cual es un diagnóstico a una patología (y muchas veces la patologías psiquiátricas las determina la cantidad no la cualidad), el mundo de los juegos de mesa puede ser atrayente para las personas neuróticas (que representamos la mayoría de la población). Neuróticos no en un término peyorativo, sino en un término conceptual en el que nos manejamos con ansiedades, que las solventamos de la mejor manera (fumando, con café, con deporte, con rutinas...).
Con respecto a la frivolicacion del término Toc, me remito a las generalidades, no insultan las palabras, sino las intenciones.
También decir que con respecto al componente social, los juegos y las personas, hay muchas personas que priprizan el componente mecánico del juego que el componente social. Yo mismo en algunas jornadas he probado un juego solo por el juego, importandome poco en ese momento las personas con las wue rstoy y las dinámicas y relaciones que surgen en ese momento. Esto lo comento con respecto al tema de TEA o asperger, que como en todo y de nuevo, depende del individuo más que de algo general. Habrá personas con diagnóstico de asperger que les interesaran las mecánicas, y otros que lo vean como un medio para que el que relacionarse precisamente en un entorno seguro, ya wue los juegos suelen ofrecer reglas que ayuden la interacción social de manera consensuada y no caótica.
Con todo, decir que puede ser que hay una mayoría de personas con neurosis en el mundo de juegos de mesa, pero no creo que más que en otro cualquier sector, ya que la mayoría de las personas entramos dentro de esta categorizacion. Un ejemplo que podríamos decir de manía socialmente aceptada, lo que en este sector llamamos ToC (creo que debido a la histórica relación de toc con orden y limpieza) sería un jugador de fútbol realizando un ritual antes de jugar un partido o al marcar un gol. Es cierto que aquí podemos explayar más nuestra parte ya que hay más elementos para el posible control, o el que juego solo por el componente social y pata echarse unas risas y el juego le sea lo de menos.
Si el orden, las manías, o los pensamientos recurrentes... suponen un impedimento en tu día a día, o perjudica tus relaciones o tu propia salud, o te está generando un sufrimiento, seria cuando podría pasar a ser un diagnóstico. Voy a poner otro ejemplo de algo que leí en Internet el otro día y me dio que pensar. Era unos padres que se quejaban y llamaban adicto a su hijo porque jugaba mucho a la play ("se tira muchas horas delante de la pantalla, tiene una adicción"), y alababan en menos de 10 minutos a su otro hijo que se pasaba el día estudiando y trabajando (casualmente tb delante de una pantalla de ordenador)
Disculpar la posible mala redacción y la ausencia de tildes, es una opinión informal desde el teléfono móvil.