Y según la última gráfica, si la he interpretado bien, en los juegos cooperativos se disfruta un poquito más la victoria que en los competitivos, y se encaja mucho mejor la derrota. Esto es algo que vemos continuamente en casa tanto con adultos como con niños, así que no me sorprende. La victoria en una partida ajustada de Pandemic, por poner un ejemplo, con el esfuerzo de todo el mundo para encontrar una jugada ganadora en momentos límite, es mucho más satisfactoria que la que obtiene uno sobre el resto de jugadores en juegos competitivos convencionales. La derrota, por su parte, se afronta de una manera más constructiva, y solemos tener más ganas de repetir partidas tras perder en el caso de cooperativos que en el caso de juegos competitivos.(Todo esto, lo que veo con mi gente; no intento generalizar).