Los dos no los he probado, pero el Rise of Empires si.
Es un juegazo con mayúsculas, según mi opinión (me encanta el Cuba, ojo).
Es un juego de mayorías en parte, pero se puede ganar sin conseguir prácticamente control de territorios, lo cual es un poco paradójico. El sistema de turnos es muy original y funciona de maravilla, con un turno A en el que vas colocando tus discos de acción en orden, y un turno B "de vuelta" en el que debes ir retirando los discos colocados en orden inverso al A o pagar por saltarte el orden. Además, si en el turno A te dejaste alguna acción sin ejecutar, no la podrás hacer en el turno B porque no tienes disco que quitar.
Los cambios de era son criminales por la limpieza de tablero, y debes controlar continuamente tus ingresos de comida, recursos y puntos.
Tiene un toque a El Grande en el sistema de cubos de población, con una reserva de uso y otra, aparte, que no se puede tocar hasta que los pases a la de uso.
Se juega a tres eras, y aunque la duración es de unas 2/3 horas no se hace en absoluto largo, con mucha tensión desde el principio, propiciado por la posibilidad de enfrentamientos y por la de conseguir antes que los demás ese avance que necesitas, o esa ciudad que quieres.
Lo peor es que la preparación es un poco larga (15 minutos), y esto es lo único malo que se me ocurre
Recomendable 100%, y aunque tenga ciertos parecidos puntuales, muy original. De esos juegos que no me importa jugar cuando y donde sea.
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