Hace ya un par de semanas que mi señora/parienta/contraria/jefa acabó el combó de vacaciones, lactancias, días libres y bajas maternales y se incorporó de nuevo a sus quehaceres profesionales, lo cual, entre otras cosas, puede provocar y provoca alteraciones en mi hasta hace poco inalterable asistencia puntual al Bar de Carlos, ese templo de peregrinación que todo jugón de Cantabria debería visitar al menos una vez en la vida (estoy pensando en hacer una especie de compostelana al respecto)
Por cierto y a propósito. Llevo meses (muchos) haciendo publicidad del Bar de Carlos aquí y allá.. y aún no he tenido la decencia de poner una foto como dios manda... que además, pueda servir para localizarlo a los cientos de jugones que deambulan todas las noches por torrelavega a su encuentro y vuelven a casa asolados por el fracaso y cariacontecidos por no haber preguntado en el foro. Es hora de poner fin a este inexcusable olvido. Éste es el aspecto que tiene el bar de Carlos por fuera.. memorizarlo bien:
La semana pasada hubo que trasladar parte de la sesión al frescor de mi salón-comedor y ésta vez tocó retraso. Había dicho que a las 23:00 estaría fichando y lo cierto es que tardé quince minutos largos en hacer acto de presencia.. y a mi llegada me encontré (además de una pareja llorando en la entrada, porque otra vez tenían que renunciar a su cena romántica
una escena de lo más atractiva. Ya había dos mesas montadas.
En una bicho, Moriarty, PGB y Corwin se deleitaban con los detalles y estrategias a seguir en el tinners Trail, y en otra Elmago_8 y Kantabricus se acaraciaban las barbillas (cada uno la suya) separados por un American civil War.... Espléndido, no?... pues sí y no, porque en esos momentos no había nadie más... y me removía inquieto en mis propias carnes pensando que iba a pagar caro mi retraso. Pero no tardaron en llegar Lord Trully y Odón al rescate y nos pusimos en el rincón de los proscritos a darnos un homenaje al Mykerinos.
Curiosamente de todas las mesas montadas, la que más ocupaba es la que menos jugadores utilizaban.. pero a la vista de esta imagen se entiende el porqué.. Kantabricus se alisa el entrecejo (y de paso se ahorra un dinero en botox) elucubrando sobre la mejor forma de evitar que el sur sucumba a la superioridad militar y moral del norte.
Es justo hacer notar la asistencia de PGB, insigne personaje con quien he compartido muchas horas de juego, pero aún no había pasado por el BdC desde que los viernes pasaron a ser como deben ser los viernes.
Por lo que sé, su asistencia fue grata y antes de despedirse (lo hizo al acabar la partida de Tinners Trail) hizó incampié en que le volveremos a ver por allí. Bravo por ello. En la siguiente imagen, tampoco debe dejarse pasar por alto la impagable expresión de hastío de eurogames que muestra Corwin. Parece estar a punto de perder el control y lanzar el tablero por los aires al grito de "estoy hasta los huevos de cubitos de madera!!!!, joder!!!.. yo quiero figuritas, quiero héroes, quiero personajes con habilidades propias, coño!!"
Del juego no puedo decir mucho, salvo que tiene buena pinta. Se está conviertiendo (sin llegar aún) en un caso parecido al twilight Struggle... sospecho que estoy destinado a no jugar nunca esos juegos.. siempre hay un motivo para perderme las partidas que acontecen a mi alrededor... snif.
En nuestro rincón, unos hambrientos Lord Trully y Odón dieron debida cuenta de dos sandwich cada uno (que se ve que están en pleno crecimiento - no necesariamente longitudinal) mientras yo daba un repaso al reglamento del mykerinos, que hacía eones que no jugaba muy a pesar mío. A mí me parece un juego muy interesante.. con alguna similitud con el Aton, otro juego que me gusta. Cada jugador se mete en la piel (figuradamente, que si no seria un asco) de un arqueólogo en busca de hallazgos en el egipto profundo que luego pueda mostrar en las mejores salas del museo, donde tiene lugar la exposición de final de juego. Las partidas duran cuatro temporadas. En cada temporada, se configura un nuevo tablero modular, que es donde se realizan las excavaciones. Las excavaciones consisten simplemente en poner cubitos en las piezas que constituyen el tablero y cuando todos han puesto sus cubitos, se evalúan mayorías por zonas (cada zona tiene dos piezas, y el tablero completo tiene 8 piezas en las tres pirmeras temporadas y 12 en la última). Cuando se evalúan las mayorías, los jugadores tienen que decidir si se llevan de premio una de las piezas de la zona que han dominado (en el anverso se asocia la pieza a un patrocinador de cinco posibles), o van reservando una sala del museo.
Al final de la partida, cada jugador tiene que puntuar por las piezas obtenidas, según las salas que hayan reservado en el museo. El museo tiene cinco alas y cada ala está bajo el patrocinio de un personaje. Según la sala que se haya reservado, cada pieza de dicho patrocinador puntuará cinco, tres o dos puntos.
A mi el juego me parece una auténtica joya, pero conozco a varios que discreparían con vehemencia al respecto. Odón y Lord Trully al menos, quedaron muy satisfechos. Ahora dudo si por la calidad del juego, o por la plenitud de saberse poseedores de un estómago colmado.
Lord Trully, que durante toda la partida apenas sumó puntos (algunas de las piezas que vas ganando van dando puntos de victoria), se dió un festín en la exposición del museo y se hizo con 52 puntazos. Quedé piesandole los talones con 50 puntos y en el vagón de cola, tampoco muy lejos, siguió Odón con 47. Estuvo muy interesante la partida. Aquí vemos a un Lord Trully en plena celebración, tratando de tocar con la punta de la nariz el fondo de un vaso de cerveza (atributos no le faltan).
Las tres mesas finalizaron sus partidas casi al tiempo. Quizás hubiera un intervalo de quince o viente minutos entre unos finales y otros.
El tinners trail acabó sucumbiendo ante la mala costumbre que tiene Corwin de ganar todo lo que juega, El tinners trail lo ganó Bicho y Elmago_8 cayó derrotado a manos de un Kantabricus que no cabía en sí del gozo (y espacio hay).
PGB se despidó cuando acabaron la partida del Tinners Trail y quedamos allí 8 jugadores, con varios juegos al alcance de la mano y ganas de seguir disfrutando. Aún eran la una de la mañana y tiempo había de sobra.
Se configuraron dos mesas de cuatro. En una de ellas estuvimos Lord Trully, Moriarty, Bicho y yo mismo jugando al DSchunke, y en la otra Kantabricus, elmago_8, Corwin y Odón con un Caylus que bajé de casa para colmar de caprichos a Kantabricus (estaba de antojo y no le valían ninguno de la docena de juegos que había en el bar..
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Pues nada, a ello nos pusimos.... y, sí, ya sé que siempre digo lo mismo, pero fue una alegría descrubrir el Dschunke. Es un juego de mayorías/subastas francamente original, divertido, con grandes dosis de puteo y no consigo recordar ningún juego que se le parezca (podría ser fruto de mi mala memoria, ojo.. pero Moriarty coincidía conmigo).
El Dshunke es un juego ambientado en un mercado oriental (por determinar). El objetivo es ganar pasta.. cuanto más mejor. Para ello, uno tiene que aprovechar debidamente las acciones del juego, encarnadas por tres fichas principales, que van cambiando en cada turno de un barco a otro, y otras dos fichas "secundarias" que simbolizan ayudantes y se pueden aplicar a los barcos libres (hay cinco barcos). Las acciones son solo de tres tipos y bastante sencillas: poner mercancías en un barco, recaudar pasta y robar cartas. Estas dos ultimas acciones se aplican sobre el barco en que se encuentre la ficha de acción, con la intensidad que marquen la cantidad de mercancías propias que sean visibles en dicho barcos (ej: si robas cartas en un barco y tienes 5 mercancías visibles, pues robas 5 cartas). Cada barco transporta uno de cuatro productos (el quinto barco permite obtener cualquier producto): Arroz, Pimentón o azafrán (no nos quedó claro), pescado y un producto tan típicamente oriental como es la berenjena :-?. Además, en cada uno de los diez turno de que consta el juego, hay un mercado en el que se cotizan los productos a precios cambiantes. El mercado se resuelve por subastas. Cada jugador escoge las cartas que va a jugar y después se evalúa quien tiene la mayoría de cada uno de los productos y recibe el beneficio que marque el mercado en dicho turno, pudiendo obtener 1,2,3 o 4 monedas, o pudiendo adquirir una carta que te otorga habilidades especiales o te ofrece la posibilidad de ganar dinero extra, según la configuración de mercancías en los barcos que logres al final del juego.
Dicho todo esto así, de seguido y a cara perro, puede parecer algo lioso, pero realmente es un juego bastante sencillo de explicar y de jugar, y me pareció muy divertido. Gran elección para la mesa.. si señor.
Al final acabé haciendome el amo del cotarro, obteniendo 56 yenes (gracias a dos misiones que conseguí al final de la partida). Trully hizo valer la carta de "ganar en los empates" que le llevó a ocupar el segundo puesto con 48 yenes y Bicho le siguió de cerca con 46. Moriarty, que tuvo un comienzo prometedor se acabó quedando con 37 yenes... En realidad el resultado es lo de menos, lo importante es que (creo que todos coincidimos) pasamos un rato muy entretenido. Me gustaría volver a jugarlo pronto.
Aquí van algunos testimonios gráficos de la partida.
Era la noche de los estiramentos faciales, y Lord Trully no dejó pasar su oportunidad.
La foto la sacó Bicho, para que quede constancia de que no truco la cámara para que siempre salgan mal cuando las hace otro..
Esta es la pinta que tiene el juego. Hay que reconocer que está logrado. Me llama la atención los tabloncillos que hay para pasar de un barco a otro.... que para un tablero está muy bien, pero unir así cinco embarcaciones en el mar debe ser como ser ladrón de panderetas y estar aquejado de un parkinson de tercer grado.
Y mientras todo lo anterior acontecía.. ¿qué pasaba en la otra mesa?.. Pues a juzgar por la siguiente imagen, imperaba el buen rollo. Observad la carita de primera comunión que tienen todos y cada uno de ellos. No solo tienen aspecto de no haber roto nunca un plato... parecen capaces de perdonar comprensivamente a quien haya roto varios.
Cuando nosotros acabamos en nuestra mesa, ellos tenían aún caylus para rato. Moriarty y Bicho se batieron en retirada (a veces, como pilles a Carlos hablador, una retirada puede llevarte tranquilamente media hora, así que fueron precavidos y previsores) mientras Trully y yo nos entregamos al mundo de los abstractos y jugamos cuatro partidas a juegos del proyecto GIPF.. concretamente tres al TZAAR y una al ZERT.... las gané todas.
y tan emocionado estaba que olvidé si quiera hacer una foto del evento.
Me llamó poderosamente la atención cuando, en un momento de la noche, ya casi al final, desde la mesa vecina me llega la pregunta de Kantabricus: "oye, la pasta de las residencias .. ¿cuando se cobra?".. a lo que respondí lo que respondería cualquier jugador de caylus: "en la fase de ingresos". Pues bien, mi respuesta fue recibida con caras de estupefacción primero y jocosidad después... "¿mande? ¿qué ingresos?".. jjajajaja.. jugaron toda la partida al Caylus saltandose de forma sistemática la fase de ingresos. Tiene mérito la cosa.. eh?. Si quien lee estas líneas ha jugado al Caylus, sabe de sobra que el dinero brilla por su ausencia... pues bien, en la partida del viernes debió de ser una escasez épica la que sufrieron todos ellos. Decidieron seguir jugando sin fase de ingresos (total, ya casi estaban al final...). No conozco los detalles de la partida, pero por lo visto se alzaron con la victoria Kantabricus y (como no?) Corwin.
La edición que jugaron es la Premium (aunque sin monedas de metal.. snif.. quizás algún día me de el capricho). Mirad y negadme que es una preciosidad de juego:
Nota: La ultima expresión es simplemente retórica. No tenéis que negarme nada si no queréis..
Y básicamente esto fue lo que dió de sí el ultimo viernes. Como siempre un gran ambiente y un motivo más para que los viernes sean un gran día.
Solo lamento no haber podido jugar a nada todos juntos (aunque hubiera sido un chorrijuego), o no haber compartido mesa con elmago_8 a quien hacía que no veía.. ufff... (en la próxima no perdonamos..
Salu2