La de atacar a provincias que ya pertenecen a otros jugadores la probé y no me gustó, alarga demasiado la partida y es un juego que se disfruta más si puedes hacer varias partidas rápidas.
Estoy de acuerdo con lagunero: atacar provincias alarga muuuucho la partida.En cuanto a tapar la carta, es un intento para farolear, pero al final siempre compensa tirar una carta "pesada"Alguna variante más hay, creo que hay alguno que se ha hecho alguna carta extra (recuerdo "la monja": que manda a todas las cortesanas a la pila de descartes) pero no lo he probado.Consejo: éste juego pierde muchísimo cuando juegan 2 o 3 personas. Con dos es un tirar cartas, y entre tres, el que va perdiendo siempre elige al final quién gana. Para 4 o 5 personas el juego es un vicio con mucha tensión.