Completamente de acuerdo con Ángel, para gustos los colores pero a mi la edición española me parece una gozada de bonita, y las erratas se tapan en cinco minutos bajándote unos papelillos. El 1960 es un auténtico juegazo, pero para sentarte a jugarlo tranquilamente con tiempo. No es que se vaya mucho de las dos horas, si llega, pero te tienes que plantear el ponerte serio a pensar y eso no siempre apetece.