La tarde se presentaba prometedora en el Casal Llevant de Palma de Mallorca, pues era posible que pudiera estrenar alguno de mis recién adquiridos juegos. Sin embargo, no contaba yo con la agradable sorpresa de que Toni llevase el
Fórmula Dé y acaparase la atención de toda la sala. El rugir de motores y la vistosidad del circuito (además de los coches de plomo pintados por él mismo con todo lujo de detalles y que quedaban monumentalmente bien con el juego) hicieron que poco a poco nos fuésemos animando a probarlo.
Tímidamente me he ido interesando por el juego y mientras me comentaba las mecánicas del mismo ha ido sacando los tableros y componentes. Ahí ha comenzado nuestra perdición. Al final lo que iba a ser una partida rápida a una vuelta entre él y yo al circuito de Holanda para probar el juego se ha convertido en dos partidas a 1 y 2 vueltas entre 4 y 5 personas respectivamente. Y es que
la primera nos ha sabido a poco y queríamos más, mucho más.
Al principio parecía complicado tener en cuenta tantos factores para controlar el coche, que no se te salga en las curvas, apurar las marchas y/o arriesgarse a tener que hacer una frenada laaaaaaaarga... Pero nada de eso, a mitad de la primera vuelta ya no se nos olvidaba nada, ni siquiera comprobar si en una pasada cercana había habido daños en la carrocería. Toni se ha ido hacia delante con su Ferrari, seguido de cerca por el Renault de Javier y el McLaren de Guillem. Mientras nos desmenuzaba las reglas y le cogíamos el aire al cambio de marchas, los tres se han despegado bastante de mí, aunque ha sido el único momento en que no he sacado tiradas redondas durante la velada...
Encadenando tres o cuatro turnos en los que he pasado dos curvas sin perder ni un punto, mi Honda ha empezado a recuperar terreno (conservando mis frenos y mis neumáticos). En este momento de la carrera íbamos muy juntos y en cada curva era difícil trazar si no llegabas de los dos primeros. A partir de este momento mi suerte no ha dejado tregua a los demás. Si no eran tiradas máximas, eran las máximas que necesitaba para no tener que frenar en las curvas. Utilizando bien las marchas he conseguido recuperar todo el terreno y en unas buenas maniobras finales apretando la mecánica del coche que había estado reservando, he podido tomar ventaja y cruzar vencedor la línea de meta seguido de cerca por Javier.
Como nos ha sabido a poco y había ganas de probar reglas más avanzadas pasando por boxes, hemos echado
otra partida a 2 vueltas (también se ha unido Joan -creo que ese era su nombre). Tras sortear la parrilla (1º Mclaren - Toni, 2º Ferrari - Javier, 3º Honda - yo, 4º Renault - Guillem y 5º BMW - Joan) hemos tomado la primera curva bastante apretados (Joan se ha descolgado muchísimo encadenando 5 o 6 tiradas nefastas) y a partir de ahí no he dado margen. Casi todas las tiradas perfectas, cayendo en la primera y la última casilla de cada curva, sacando el máximo en casi todas las marchas... En fin, me parecía demasiado para que los demás disfrutaran, pero bueno, es lo que tiene el azar.
Conmigo en la delantera, Toni me ha plantado cara durante la primera media vuelta, estando Javier y Guillem peleando por la 3ª plaza y Joan muy descolgado. Guillem ha empezado a sacar malas tiradas y a pesar de forzar el coche no ha conseguido mantener el ritmo de Javier. Yo me he destacado bastante y antes de la recta de tribuna Toni y Javier peleaban por el segundo puesto. He conseguido hacer el único repostaje rápido de la carrera y eso me ha dado aún más ventaja. Javier aún seguía en la distancia, pero Toni ha tenido problemas en la primera curva de la segunda vuelta, momento que ha aprovechado Joan para tomarla en sexta velocidad sin parar en boxes y recuperar muchísimo terreno perdido, con una magistral reducción de marchas (y dejando el coche para el arrastre).
Javier y Guillem han ido perdiendo fuelle desde entonces y Toni ha intentado arriesgar para recuperar terreno pero ha perdido el control del coche en la chicane al tomarla en 5ª, quedando fuera de carrera. Siguiendo con mi buena fortuna, he cruzado la meta en solitario, con Joan en una merecida segunda posición tras recuperarse espectacularmente. Guillem ha intentado sin éxito forzar el coche en la última curva para alcanzar a Javier, que ha cruzado la meta en tercer lugar.
Como
puntos a favor, diré que el juego es muy entretenido, dinámico, que encaja muy bien las reglas, fácil de explicar y entender, fácil de jugar, que plantea bastantes estrategias distintas y que admite hasta 10 jugadores.
Como
punto negativo, el claro factor suerte que conllevan los dados (aunque no es estrictamente determinante sí que te obliga a jugar arriesgando en ciertos momentos) y que si no se reparte (sólo uno acumula todas las tiradas buenas) puede hacer que no todo el mundo se divierta.
Reflexiones: Me ha gustado mucho el juego. Me ha recordado mucho al juego de motos al que jugaba con mis amigos con una hoja cuadriculada y un bolígrafo, pero añadiéndole las cosas que echábamos en falta (frenadas, marchas, rebufo). No se si habrá sido por eso, pero en seguida he notado como si fuese un experto en esa mecánica. O quizá es porque te metes en seguida en el tema y te sale solo. Es un juego muy bueno para 4 y 5 e intuyo que también lo será para más. El juego gana mucho cuando los jugadores van más juntos (las trazadas se hacen complicadas pero los adelantamientos cobran más importancia). Una estrategia conservadora puede no ser buena si las tiradas no acompañan. Y por lo mismo, unas maniobras muy agresivas no tienen por qué significar el abandono.
En definitivas cuentas, es un juego muy recomendable, que ha dejado muy buen sabor de boca y que seguro que nos da más tardes lúdicas de motor. De hecho, podría ser el germen de un campeonato, porque se ha mencionado durante la tarde... ¿Quién sabe? En todo caso, la acogida en el Casal ha sido estupenda por parte de todos los que lo frecuentan, así que animo de nuevo a todo el que no haya ido a que se acerque un miércoles por la tarde, porque sinceramente he disfrutado de la compañía y la actividad, así que todo son ganancias. Espero no haberles resultado muy repelente con tan aplastante e inesperada victoria (de verdad que yo no quería significarme
)
Desde el circuito de Holanda, cierra su interminable crónica Antonio Lobato.
Pd. No se si estos ladrillos que escribo resultan demasiado largos, pero vuelvo exaltado de estas partidas y no puedo ponerle freno a mis palabras... Aceptaré todo tipo de comentarios al respecto