El juego consta de pocas cartas, y enseguida le pillas el truco. Sin ser profundo como un pozo, sí tiene bastante rejugabilidad, y el juego pica bastante. Lo normal es jugar unas 3 partidas con el rival, teniendo en cuenta que una partida dura 10 minutos. Intentas obtener el máximo de puntos posibles combando los efectos de tus cartas, y al mismo tiempo prever y frustrar la estrategia del rival. También puedes contar las cartas que van saliendo, para aguzar tu estrategia. Además de todo lo dicho, el arte de las cartas, con ilustraciones de construcciones de fantasía, es precioso.