Permitidme que reflote este fantástico hilo. Este fin de semana yo y mi hermano mayor decidimos que sería el fin de semana de los juegos de guerra. Ya tenía leídas las reglas de varios para tener entre los que escoger. Tenía preparados algunos más sencillos para empezar como el C&C:Ancients o el Combat CC: Pacific pero no pude evitar la tentación de ojear las reglas de los que -pensaba -debería probar mucho después. El halo serio y mudo que rodea la negrura de la portada del Path of Glory me atrajo sin escapatoria. Quién haya estado frente de la mirada del soldado anónimo que aparece en la portada lo sabe. Sus ojos te están diciendo: No mires hacia otro lado, te digo a ti.Hubo otras lecturas esa misma semana como la del reglamento del Maria. Devoré con frustración el Revolution y casi estuve apunto de tirar la toalla al constatar el contenido de las VEINTE fases que comprenden cada uno de sus turnos... Pero cabezota que es uno, a pesar de mi espesura mental al leer y releer acabé sintiendo que podría lanzarme con él si fuera elegido.Ya tenía leído de hacía un par de meses el Wilderness y contando con la experiencia de haber jugado sólo a un CDG - el TS -pensé que ese debería ser el siguiente paso natural viendo los juegos que tengo.Llegó el sábado y con él mi hermano. Vamos a ver la estanteria y miramos tímidos los que le indico que se pueden estrenar. Ese día sólo eramos un par de soldados con corazón de eurogamer que querían meter sus botas nuevas, que les venían demasiado grandes, en el barro. Otra vez los ojos: No mires hacia otro lado, te digo a ti.Mi hermano lo ve "Ese se puede ¿no?" -Sí -le digo con un suspiro nervioso-. Lo demás fue todo historia.Literalmente, pero historia de la buena. De la que te entra por los ojos y te hace retumbar el pecho de la emoción. La tensión está en cada paso que das y ya no puedes desandar, estas escribiendo la historia y tus hombres están en las trincheras mirándote como el de la portada. Tira el dado. La sensación de que todo pende de un hilo es deliciosamente asfixiante. Hay mucho que atender y todo son bajas...No hace falta decir que para mí ha marcado un antes y un después en cuanto a los juegos de mesa. Poco puedo aportar a lo que nuestro amigo Pavlo ya ha escrito en este memorable hilo y más cuando apenas he puesto los pies en sus aguas, y sus posibilidades empiezan a abrirse para mí, pero no en forma de pinceladas o apartados recovecos sino más bien como amplios horizontes de diversión.El primer día apenas jugamos unos turnos por nuestras continuas consultas a las reglas pero su fuerte personalidad nos cautivó tanto que al día siguiente decidimos volverlo a empezar, realizando el doble de turnos que el día anterior en el mismo tiempo. Por favor, no tengáis miedo de probar esta joya - ojo, digo, PROBAR no comprar; si gusta pues ya cada cuál es dueño de su dinero -, aunque miedo seguirá dando porque es todo un Grande. Y el sabor postrero es impagable.