Curioso. Lo del taladro lo veo más complicado (aunque el último con la cera y el calor es genial) pero lo del horno lo podría probar a ver qué tal.
Aunque solo sea por saber hacerlo es algo interesante.
Quizás la ventaja de los juegos de mesa en estos casos, de cara a los tramposos más hábiles, es que todo el mundo juega con los mismos dados, los que vienen con el juego, así que cargarlos no sirve de mucho en realidad si lo que quieres es condicionar la suerte, ya que condicionas la de todos los jugadores.