Los mercados pendientes de Draghi. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dado este jueves una de las ruedas de prensa más importantes de su carrera o al menos de las más esperadas. El italiano no ha decepcionado. De hecho, podría decirse que ha ido incluso más allá de lo que marcaban las previsiones. Los inversores ya descontaban el anuncio de su esperado programa de compra de deuda pública y privada. Pero se hablaba de 50.000 millones y no se tenía claro la duración. Ahora ya se sabe, alcanzará los 60.000 millones de euros mensuales entre marzo y septiembre de 2018.El programa se abre a deuda pública y privada. En este sentido, podrá incluir los bonos garantizados y la deuda empaquetada o titulizaciones, siempre y cuando cumplan determinados requisitos de solvencia. En cuanto al plazo, el BCE adquirirá deuda con vencimiento de entre dos y 30 años.Teniendo en cuenta que hablamos de 60.000 millones durante más de un año y medio, la cuantía final del plan de Draghi superará el billón de euros. En todo caso, Draghi ha subrayado que este programa de adquisición se mantendrá hasta que se aprecie un "ritmo sostenido en la inflación acorde con nuestro objetivo del 2%" (hay que recordar que el último dato para la Eurozona fue del 0,3% y que hay quien alerta de que el riesgo actual es de deflación).En este sentido, sobre los niveles de inflación para los próximos meses, Draghi ha avanzado que "serán negativos", aunque se ha mostrado confiado en que sus medidas "serán efectivas" y conseguirán reactivar los precios y la actividad.Riesgos compartidosLa compra de deuda pública se hará en función del capital de cada país en el balance del BCE. Respecto al riesgo en las compras de deuda, Draghi ha explicado que un 20% de las compras estará sujetas a un régimen de mutualización de riesgos (risk sharing), mientras que el 80% restante corresponderá a cada banco central nacional. El sistema anunciado por Draghi implicaría que el riesgo de impago de unos 200.000 millones de euros estará compartido por todos los países de la Eurozona.Además, Draghi ha establecido dos límites a las compras de deuda: de un 33% para el emisor y de un 25% para la emisión. Es decir, de cada emisión de deuda, los bancos centrales no se quedarán más de una cuarta parte; y del total de la deuda viva de cada país no podrá tener más de un tercio.En la rueda de prensa en la que ha anunciado el cañonazo a los países del euro, el banquero ha aprovechado también para recordar que la política monetaria debe ir acompañada "con rapidez" de reformas estructurales. Aunque su programa no estará condicionado a que los países cumplan ningún tipo de medida adicional, lo que desincentiva su cumplimiento, Draghi ha recordado a "varios países" que necesitan reformar el mercado laboral y facilitar la actividad y las inversiones empresariales.El objetivo de la política monetaria, explicó, es mantener la estabilidad de los precios a largo plazo y contribuir así a la actividad económica, pero, recalcó, "incrementar las inversiones, impulsar la creación de puestos de trabajo y hacer crecer la productividad exige adoptar medidas adicionales".
Cuando se tiene una caida de ingresos por una falta competitividad o estallido burbuja/modelo de negocio hay que hacer una devaluación de una forma u otra. Actualmente los estados europeos no son soberanos de si mismos, tienen moneda común.Opción A clásica y la que ligeramente parece toma esta medida de forma indirecta:Devaluar la moneda. Aumentan las exportaciones (y el turismo) y se crea empleo debido a que nuestros productos son más atractivos para los compradores de fuera la UE. Disminuyen los deficits comerciales al descentivar el consumo externo. Tiene unos handicaps: nos cuesta más comprar productos fuera y vale menos fuera nuestro dinero ahorrado. Esta parte mala afecta a todos, pero sobretodo a quien tiene más ahorrado y a quien compra más productos en el extranjero. Para el que tiene pocos ahorros es menos dolorosa.Se corre el riesgo de descontrolar la inflacción pero actualmente estamos casi en deflacción (lo contrario) asi que viene bien para ello. A la vez nuestra mayor importanción, que es el petroleo, esta en minimos. Buen momento. España, como pais con peso agrario, se vera beneficiada ya que sus productos agricolas seran más atractivos para la UE.Opción B (la que no se ha hecho históricamente y se estaba haciendo). Evitar la devaluación de la moneda, reducciendo gasto social y bajando los salarios/despidos para ser más competitivos. Supone un menor sacrificio para el que tiene dinero ahorrado y un mayor sacrificio para los trabajadores asalariados y gente dependiente (gente cerca de la exclusión social, enfermos, estudiantes, parados y pensionistas). Estos ven como los precios de los productos se mantienen pero ellos disponen de menos ingresos al ser despedidos o bajarse el salario o bajarse la pensión. Además tienen que pagarse servicios o productos que ofrecia el estado del bienestar y ahora tienen que comprar en el mercado privado.El riesgo de este sistema es caer en una baja demanda interna y en deflacción (como estaba sucediendo).Tanto devaluar la moneda, como recortar gasto social (para poder bajar contribuciones sociales empresa) y salarios son medidas a evitar si todo va bien. Pero puestos a elegir prefiero la primera, dentro de lo malo.En cuanto a dejar que todo quiebre, cuando hablamos de sanidad, educación y el resto del estado prefiero que no. Lo que no veo bien es que se asumiera la deuda privada (bancos, autopistas, castor, etc) por parte de lo público.Un saludo