Bueno pues vista la expectación por algún comentario sobre el juego, voy a contaros mis impresiones de mi primera partida a Las Edades de Oro, que pude probarlo ayer en la asociación Reino del Norte. Antes de nada, diré que estoy deseando echarme otra partida y seguir explorando las distintas opciones del juego, y eso en mí es bastante raro cuando se trata de euros puros. Al lío.
Al abrirlo y leer las reglas por primera vez te das cuenta de que a pesar de ser un juego muy sencillo, es el típico del que leyendo no te haces una idea adecuada de cómo va a ser. No parecía tener mucha chicha y bueno, lo empezamos un poco en plan: "bueeeeno... le damos un par de turnos y vamos viendo...". Una vez metido en materia, le ves el verdadero potencial al juego.
Los turnos vuelan, realizas una acción, luego el siguiente jugador realiza una acción, etc etc hasta que los 4 jugadores hayan pasado (con el típico mecanismo de que quién pasa primero obtiene una serie de ventajas, como recibir dinero cada vez que el turno vuelve, o la posibilidad de elegir la carta que otorga PV para esa ronda concreta). Hay dos tipos de acciones, unas que requieren el uso de un trabajador (solo tienes 3 durante TODA la partida) y otras que no. Estas últimas son super-rápidas, como digo, el juego vuela y no se hace para nada pesado.
Las decisiones son constantes y bastante agónicas, sobre todo debido a la importancia del timing, usar una acción que puede parecerte correcta en un momento concreto de la partida puede hacer que cuando te llegue el turno, lo que andabas buscando (un edificio, un recurso del mapa) haya sido conseguido/ocupado por otro jugador, lo cual puede trastocar un poco tus planes. Hay que estar balanceando constantemente la estrategia (plan a largo plazo) con la táctica (plan a corto plazo), lo cual lo hace un juego muy dinámico, pero que también puede frustrar a ciertos tipos de jugadores/personas.
Otro tema interesante son los tableritos personales y las distintas tecnologías. Quizá debido a que era nuestra primera partida y no sabíamos muy bien lo que estábamos haciendo, todos coincidimos en que no parecen estar suficientemente diferenciadas, dejando la sensación final de que todos más o menos hicimos lo mismo, sin demasiada especialización. Esto puede ser un pro o un contra, según el punto de vista de cada uno. Aún así, sí que le vimos distintas rutas para ganar (maravillas, control de tablero, riqueza)... aunque al final se base en hacer un poco de todo, tienes que atender muy mucho a la carta de tecnología futura propia (la que otorga PV al final de la partida solo para ti) y las de PV de final de ronda, ya que son bastante devastadoras. En este sentido me recordó a Archipelago, en el que puedes inferir por qué tipo de PV está luchando cada jugador atendiendo a lo que están haciendo, y pelearle la primera posición, más por molestar que por otra cosa (a diferencia de Archipelago, solo el jugador que posee la carta puede optar a esos puntos). Esto me lleva a otro punto a favor del juego, y es que a pesar de la cantidad de opciones y aturullamientos propios de una primera partida, siempre puedes (y debes) estar atento a lo que hace el resto de jugadores, evitando ese síndrome de "solitario multijugador" que otros juegos del estilo pueden tener.
En todo caso, todo esto al ser unas impresiones con una sola partida no debe ser tomado al pie de la letra, como digo las decisiones, incluso la de qué tecnología desbloquear o qué personaje mantener al comienzo de la ronda, entre otras, hacen que toda decisión en el juego sea valiosa y bastante satisfactoria. Si le tengo que poner algún pero al juego es el sistema de símbolos que utiliza, bastante confuso y en general poco intuitivo (hay que estar mirando el glosario del reglamento prácticamente cada ronda... las maravillas promo son indescifrables). Pero sobre todo para mí el mayor pero es el final, muy abrupto (el juego acaba inmediatamente cuando un jugador pasa en la última ronda) y que puede causar que el jugador que va en cabeza le convenga más cerrar la partida inmediatamente que continuar jugando, dejando un sabor agridulce al resto de jugadores, que ven sus planes frustrados. Más allá de esto, que sin duda se solventará en partidas más ajustadas, el juego da justo lo que promete.
A todo hay que sumarle su altísima rejugabilidad, ya que de todas las cartas, solo se usan unas cuantas por partida, devolviendo el 50-60% a la caja, amén del mapa, que es distinto en cada partida. En definitiva, un euro sencillo y rápido, dinámico, con muchas y difíciles decisiones, cero "downtime" y muchísima rejugabilidad. Y todo en una 1h - 1h30.