Pacific Victory de Columbia Games te podría servir porque al ser de bloques hay niebla de guerra, limitada pero la hay.
Los bloques japoneses miran hacia la parte inferior del mapa y los bloques aliados hacia la parte superior del mapa y dejas de ver los del enemigo. Al estar los bloques ocultos a la vista (sentándote a uno y otro la do de la mesa), es difícil que te acuerdes del tipo y composición de cada apilamiento de bloques. Es otra forma de jugar uno solo.
A ver, claro que resulta un tanto chocante tener que "cambiar de bando" y de silla a cada turno, pero si estás solo no te queda otra, y en los juegos de bloques al menos no ves las fichas del contrario. Por otra parte, creo que es bastante habitual entre los wargameros dar un tiento en solitario a los juegos (ya sean para 2 o más jugadores) para catarlo y ver las posibilidades y jugabilidad de cada bando o ejército. Al final te acostumbras y eres capaz de jugar con varios jugadores "virtuales" (no es igual pero te transmite sensaciones buenas o malas del juego).