Recientemente he refrescado este juego en su versión en solitario. (me salto lo que me parece a dos jugadores porque se parece bastante a lo anteriormente citado)
Luces y sombras. Da la sensación que conforme lo juegas te van saliendo más luces y menos sombras.
Empecemos por lo obvio... Cómo puede ser que una mierdecilla de reglas dé lugar a tanta confusión, dudas, tener que consultar en bgg, etc?... porque el trabajo que se puso en la maquetación de reglas (original y en español) es INSUFICIENTE. Y me da igual que me cuenten excusas. Da lugar a confusión, y como editorial es algo malo. Quieran reconocerlo o no.
El juego propone un reto, conseguir más puntuación que una ia teniendo en cuenta que esta coge de forma automatica atendiendo a unas condiciones de prioridad según el escenario. Pues hasta aquí perfecto.. la forma de jugar en solitario me parece muy correcta, y entretenida.
Y aqui es donde necesitas a un experto en gramatica (o preguntar directamente al autor) que descifre las reglas de prioridad entre:
- "saltará"
- "podrá saltar"
- "saltará siempre"
y cuales incluyen caracter adicional o alternativo en la superposición de restricciones.
Perdonad que haga incapié pero que para enterarse del funcionamiento no es tan automatico.
...
Una vez solventado ese escollo, el solitario se ventila en cosa de 10 minutos y la verdad es que hay bastante toma de decisiones para la duración del reto.
Existen bastantes retos y junto con el azar al barajar el mazo hablamos de una rejugabilidad bastante alta como para que cada partida tenga su pizca diferenciada.
Me sigue gustando más a dos y si considero que se mantiene la esencia del juego: saltar cartas y darselas al rival sopesando la carta que elijo yo y los turnos restantes de juego.