Pues una tradición de los últimos tres años ya, si no me equivoco, con Hiruma: Ghost Stories con su expansión White Moon para cerrar el año lúdico. Partida espectacular donde fallamos dos lanzamientos de dados para liquidar a Wu Feng y a continuación un Diablo Sin Forma nos encantaba la tercera y última loseta para caer derrotados. Pero es de los juegos que me deja más satisfecho aún perdiendo.