Siempre es de agradecer —y bienvenido— que se vayan traduciendo al español algunos de los juegos de calidad que ya tienen unos años, pero que seguían disponibles únicamente por importación. En este caso el idioma no es determinante, más allá del reglamento, pero seguro que consigue buenas ventas entre el público que precisamente no lo había comprado por desconocimiento del idioma.