Si yo no se fabricar un juego, voy a una fabrica que sepa hacerlo. Aún así me evito el productor, el que me lo distribuye, y el que me lo vende. Y el precio (o mejor dicho, el beneficio para el autor) será mucho mas justo. Porque será autor, productor, distribuidor y vendedor.
¡Hola!Bueno, leyendo vuestro comentarios podría dar la impresión de que en mi caso me van bien las cosas por haber eliminado a los intermediarios, y no es así. De hecho, ya me gustaría a mí tener alguien que me distribuyera el juego y más puntos de venta, incluso alguien que me hubiera hecho de editorial.Pero si decidí ser mi propio editor no fue por ahorrarme intermediarios, fue porque la temática de mi juego es delicada y entendí que debía ser yo quien asumiera el riesgo. Yo no me habría auto-editado un juego hecho por mí ambientado en elfos y dragones, o en cualquier otra temática mucho más "normal". Ahora me medio-arrepiento, porque sí tuve en su día alguna conversación al respecto con alguien. Pero, como comentaba, sentía que por la temática y por el uso de las imágenes de archivo no le podía pasar la responsabilidad a otra persona, encima a una amistad que se ofrecía para ayudarme. No fue una decisión económica.También me encantaría tener un distribuidor y que mi juego estuviera en 200 puntos de venta en lugar de 20. Pero los márgenes no dan y me veo obligado a distribuir yo mientras almaceno los juegos en casa. En este caso sí fue una decisión económica.Por otra parte, también decidí no vender el juego yo mismo, sino que lo hicieran las tiendas. Yo no me veo gestionando numerosas ventas individuales (cada una con su pago, su envío, sus problemas de extravío o daño durante el transporte, etc). Demasiado tiempo y esfuerzo. Que lo vendan las tiendas y aunque los márgenes no sean muchos, al menos nos lo repartimos y yo me ahorro los quebraderos de cabeza de la venta individual. Y funciono a depósito, con lo que los juegos que veáis en una tienda siguen siendo míos hasta que alguien lo compra. De nuevo, una decisión no económica obligada por las circunstancias.Así que no creo ser el mejor ejemplo. A mí me encantaría que mi juego hubiera dado mejores márgenes (cosas que pasan de meterte en una aventura sin controlar todas las variables) y que un distribuidor viniera cada cierto tiempo a llevarse cajas de casa. Para que os hagáis una idea, tienen que venderse aproximadamente la mitad de la tirada para recuperar los costes de fabricación. Y cerca de otro cuarto para el resto de costes. Porque todo el tiempo y el esfuerzo que llevo invertido en estos ocho años no lo voy a recuperar, ni es mi intención (digamos que he trabajado gratis para mí), pero los costes materiales (fabricación y demás) al menos sí que creo que es justo. Llevo unos 850 juegos distribuidos de los cuales calculo que se habrán vendido unos 700. Si el primer año saqué algo más de 600 juegos, éste aún no he llegado a los 300. Todavía queda el tirón de fin de año, un par de eventos y mis vacaciones, que un año más tendré que enfocar hacia el juego. La encuesta que he lanzado el otro día en mi página web, como otras que pueda hacer en el futuro, es una de las referencias que tendré que usar para tomar una decisión a medio plazo, porque yo no quiero estar varios años más con esto a cuestas, con un goteo interminable de juegos. Necesito un revulsivo y lo necesito pronto (alguna idea tengo, pero es complicado y en absoluto tiene que salir bien).En los comentarios del artículo de El País se pueden leer cosas interesantes. Por ejemplo: si el autor se dedica a ser también el editor, comercial y relaciones públicas de su obra, le quedará menos tiempo para seguir creando. Y ésa es también mi experiencia. Si yo no hubiera tenido que ser un hombre-orquesta con mi juego, hubiera tenido mucho más tiempo para desarrollar otros proyectos que he tenido que aparcar. Es complicado estar en modo "empresario" y "artista" a la vez, o saltar de uno a otro como quien va del cuarto al salón.En cuanto al tema de fondo del artículo y del tema de discusión, yo quizás resumiría lo que pienso en que muchos intermediarios puede ser malo, pero la inexistencia total de intermediarios, también.Y a veces creo que se tiende a simplificar demasiado el coste de los productos. El coste de un producto no es sólo lo que ha costado producirlo, también hay que tener en cuenta que no todos las unidades se venderán: extravío, deterioro o que simplemente la gente no los compra. Si una editorial tiene varios productos y pone a cada uno su coste de producción, sin más, ya puede tener suerte y que todos vayan bien, porque como uno sea un desastre, la editorial puede irse al garete. Pero si se repercute el coste de los productos que fracasan en los productos de éxito, hay margen para la continuidad y seguir apostando por sacar cosas (pero luego no todos los clientes lo entienden). Y eso es algo que la editorial puede hacer como intermediario entre los autores y las tiendas. ¿Qué pasaría si todos los autores se autoeditaran su primer juego? Simplificándolo mucho, el que tuviera éxito puede que bien, pero, ¿y el que fracasara? ¿Iba a tener que pagar las consecuencias de su aventura fallida durante mucho tiempo? (editar y comercializar un juego no es barato) ¿ya no va a hacer más juegos? (igual simplemente su elección de primer juego fue una mala decisión editorial y tiene otros juegos que funcionarían mejor). ¿Acaso no dan las editoriales un colchón de seguridad a los autores de forma que si las cosas van bien, puede que el autor no se vea muy recompensado, pero si van mal tampoco se verá muy perjudicado? Luego, cuando un autor tiene un nombre, una experiencia y muchos contactos, puede quizás lanzarse a la aventura.En el tema de los juegos yo creo que la labor de editor aporta un valor añadido, la labor de distribuidor aporta un valor añadido y la labor de tienda (físicas u on-line) aporta un valor añadido. Otra cosa es que una persona o colectivo adquiera experiencia en más de una de estas facetas y las pase a ejercer, generando sinergias, pero las tareas en sí antes mencionadas son importantes, no son meras tareas de intermediación sin aporte de valor añadido. Y si yo me veo en las circunstancias en que me veo, no es por ser adalid de la supresión de intermediarios, sino porque los números me obligan a ello.Arturopd: creo que este mensaje hace que la seriedad media de mis mensajes del día de hoy quede en un nivel aceptable
Yo si voy a LudoFact o a Amigo te puedo asegurar que saben perfectamente como fabricar un juego. No creo que haga falta que les diga que tienen que hacer.
Sobre el coste, yo no he dicho que sea barato fabricarlo (también depende mucho del juego, hay juegos que por 1,5 euro de coste de fabricación los tienes).
Lo que estoy diciendo que es que los intermediarios no siempre son necesarios y en ocasiones incluso son contraproducentes (sobre todo porque elevan el precio final). E insisto, la inversión depende mucho del tipo de juego que quieras. Yo nunca empezaría con un juego tipo fantasy flight games de 15 kilos de plástico, pero si podría empezar con un juego tipo cocktail games o amigo. Y si salen 500 juegos profesionales que van a competir con mi juego, pues mucho mejor. Eso significa que hay mercado para esos 500 juegos, sino no los harían. Significa que hay demanda e interés. ¿Cómo dar a conocer mi juego? Pues hay ejemplos recientes.
Pondre un ejemplo, Gen-X. Han sacado 2 de mayo y han sacado Mecanisburgo. Se esta hablando de ellos en todas las webs europeas y ya estoy viendo sus juegos en bastantes tiendas online europeas. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen.Me parece que el problema es sencillo. Qué es preferible, ¿la globalización o el monopolio?
En los comentarios del artículo de El País se pueden leer cosas interesantes. Por ejemplo: si el autor se dedica a ser también el editor, comercial y relaciones públicas de su obra, le quedará menos tiempo para seguir creando. Y ésa es también mi experiencia. Si yo no hubiera tenido que ser un hombre-orquesta con mi juego, hubiera tenido mucho más tiempo para desarrollar otros proyectos que he tenido que aparcar. Es complicado estar en modo "empresario" y "artista" a la vez, o saltar de uno a otro como quien va del cuarto al salón.En cuanto al tema de fondo del artículo y del tema de discusión, yo quizás resumiría lo que pienso en que muchos intermediarios puede ser malo, pero la inexistencia total de intermediarios, también.Y a veces creo que se tiende a simplificar demasiado el coste de los productos. El coste de un producto no es sólo lo que ha costado producirlo, también hay que tener en cuenta que no todos las unidades se venderán: extravío, deterioro o que simplemente la gente no los compra. Si una editorial tiene varios productos y pone a cada uno su coste de producción, sin más, ya puede tener suerte y que todos vayan bien, porque como uno sea un desastre, la editorial puede irse al garete. Pero si se repercute el coste de los productos que fracasan en los productos de éxito, hay margen para la continuidad y seguir apostando por sacar cosas (pero luego no todos los clientes lo entienden). Y eso es algo que la editorial puede hacer como intermediario entre los autores y las tiendas. ¿Qué pasaría si todos los autores se autoeditaran su primer juego? Simplificándolo mucho, el que tuviera éxito puede que bien, pero, ¿y el que fracasara? ¿Iba a tener que pagar las consecuencias de su aventura fallida durante mucho tiempo? (editar y comercializar un juego no es barato) ¿ya no va a hacer más juegos? (igual simplemente su elección de primer juego fue una mala decisión editorial y tiene otros juegos que funcionarían mejor). ¿Acaso no dan las editoriales un colchón de seguridad a los autores de forma que si las cosas van bien, puede que el autor no se vea muy recompensado, pero si van mal tampoco se verá muy perjudicado? Luego, cuando un autor tiene un nombre, una experiencia y muchos contactos, puede quizás lanzarse a la aventura.En el tema de los juegos yo creo que la labor de editor aporta un valor añadido, la labor de distribuidor aporta un valor añadido y la labor de tienda (físicas u on-line) aporta un valor añadido. Otra cosa es que una persona o colectivo adquiera experiencia en más de una de estas facetas y las pase a ejercer, generando sinergias, pero las tareas en sí antes mencionadas son importantes, no son meras tareas de intermediación sin aporte de valor añadido. Y si yo me veo en las circunstancias en que me veo, no es por ser adalid de la supresión de intermediarios, sino porque los números me obligan a ello.
Preguntas:Cuando una editorial 'vende' a la distribuidora, ¿como se realiza la entrega del material? Quiero decir que si ¿va la distribuidora con su furgoneta/camión y recoge los mega-paneles, o la editorial fleta un camión (¿por transportista?) y se lo entrega a la distribuidora en su casa? o ¿la editorial le dice directamente al fabricante dónde hacer la entrega y se la envia directamente al distribuidor?Cuando la distribuidora 'vende' al minorista, ¿como lo hace? (mismas preguntas que en el párrafo anterior)Ahora un suponer:Heredo una cantidad considerable (o me toca la loteria), digamos unos 50 millones de pesetas, destino una parte para finiquitar la hipoteca (a precio de pueblo de provincia, no de capital de estado) y me guardo una pequeña reserva a plazo fijo por lo que pueda pasar en el futuro. Y el resto (unos 10 millones) a 'arriesgar', en que es mejor ¿en una tienda de juegos, en una editorial de juegos, en una fábrica de juegos, o en una distribuidora de juegos? ¿Y si la cantidad fuera solo de 2 millones? Consideraciones adicionales: dispongo de un local de unos 90 metros y una nave (le hace falta obra para adecuarla) de unos 400 metros.
Preguntas:Cuando una editorial 'vende' a la distribuidora, ¿como se realiza la entrega del material? Quiero decir que si ¿va la distribuidora con su furgoneta/camión y recoge los mega-paneles, o la editorial fleta un camión (¿por transportista?) y se lo entrega a la distribuidora en su casa? o ¿la editorial le dice directamente al fabricante dónde hacer la entrega y se la envia directamente al distribuidor?Cuando la distribuidora 'vende' al minorista, ¿como lo hace? (mismas preguntas que en el párrafo anterior)
Ahora un suponer:Heredo una cantidad considerable (o me toca la loteria), digamos unos 50 millones de pesetas, destino una parte para finiquitar la hipoteca (a precio de pueblo de provincia, no de capital de estado) y me guardo una pequeña reserva a plazo fijo por lo que pueda pasar en el futuro. Y el resto (unos 10 millones) a 'arriesgar', en que es mejor ¿en una tienda de juegos, en una editorial de juegos, en una fábrica de juegos, o en una distribuidora de juegos? ¿Y si la cantidad fuera solo de 2 millones? Consideraciones adicionales: dispongo de un local de unos 90 metros y una nave (le hace falta obra para adecuarla) de unos 400 metros.
Ves a dar la vuelta al mundo, o pon un bar, seguro que te dan más satisfacciones.....